Un estudio europeo concluyó que no existe evidencia sólida que respalde los tratamientos alternativos para el autismo. Además, encontraron que tampoco se ha evaluado apropiadamente la seguridad de estos tratamientos.
Se trata de la revisión más exhaustiva hecha hasta ahora sobre medicinas complementarias, alternativas e integrativas (CAIM) para el autismo, por investigadores de la Universidad París Nanterre, la Universidad París Cité y la Universidad de Southampton.
El paper se publicó en Nature Human Behaviour y consistió en una evaluación de 248 metanálisis, incluidos 200 ensayos clínicos con más de 10.000 participantes, pero concluyó que no hay un respaldo para estas alternativas.
“No encontramos evidencia de alta calidad que respalde la eficacia de ningún CAIM para los síntomas centrales o asociados del autismo“, dice el estudio.
Los investigadores en cuestión, analizaron 19 tipos de tratamientos, entre estos se evaluaron intervenciones asistidas por animales, acupuntura, fitoterapia, musicoterapia e incluso la administración de probióticos y vitamina D.
De los estudios que revisaron, algunos mostraron resultados “prometedores”, pero “se sustentaron en evidencia de muy baja calidad”, dijeron los autores del paper.
¿Qué pasa con los tratamientos alternativos para el autismo?
El profesor Richard Delorme, jefe de la Unidad de Psiquiatría Infantil y Adolescente del Hospital Robert Debré de París, que participó del estudio, explica que algunas personas autistas recurren a tratamientos alternativos para tratar de mejorar su calidad de vida.
Esto ya que pueden presentar dificultades para comunicarse o para comprender cómo piensan o sienten los demás. También pueden sentirse abrumados por la información sensorial, ansiosos en entornos desconocidos y tener conductas o hábitos repetitivos, señala.
“Muchos padres de niños autistas, así como de adultos autistas, recurren a medicinas complementarias y alternativas con la esperanza de que puedan ayudar sin efectos secundarios indeseados“, dijo Delorme en un comunicado de la Universidad de Southampton.
“Sin embargo, es necesario considerar cuidadosamente la evidencia obtenida de ensayos aleatorios rigurosos antes de concluir que se deben probar estos tratamientos“, añadió.
Los investigadores expresaron que les preocupa que falten evaluaciones de seguridad para la mayoría de los CAIM para el autismo. De hecho, según el análisis, menos de la mitad fueron sometidos a una evaluación de aceptabilidad, tolerabilidad o efectos adversos.
En respuesta, el equipo también creó una plataforma de acceso abierto para que las personas puedan revisar la evidencia disponible de los CAIMS para el autismo. Hasta ahora, recoge más de 400 ensayos clínicos.
Acá puedes ingresar: ebiact-database.com
Referencia:
Corentin J. Gosling y otros autores. Complementary, alternative and integrative medicine for autism: an umbrella review and online platform. Revista Nature Human Behavior.