Si constantemente te sientes sin energía y te cuesta mucho concentrarte o incluso levantarte por las mañanas para trabajar, puede que estés sufriendo del síndrome de burnout o agotamiento mental. Pero no desesperes, pues hay algunas cosas que puedes hacer para salir de ahí.

“El síndrome de burnout también llamado ‘síndrome del trabajador quemado’ está relacionado con una respuesta de estrés crónico en el trabajo. Generalmente, se caracteriza por un progresivo agotamiento físico y mental, falta de motivación absoluta, entre otros”, asegura la psiquiatra Paola Escobar, Coordinadora de Investigación del Instituto de Neurociencias de Guayaquil

La psicóloga Ellen Hendriksen, especialista en Ansiedad y Trastornos Relacionados de la Universidad de Boston, señala en una columna en Psychology Today que “todos hemos tenido días, o más de un año (hola 2020 y 2021), en los que nos sentimos como un salmón nadando contra la corriente: hacemos nuestro mejor esfuerzo, solo para ser arrastrados hacia atrás por fuerzas que escapan a nuestro control”.

“Pero, ¿qué pasa si todo tu trabajo comienza a sentirse como una desafortunada lucha río arriba? Lo que comenzó como el trabajo de tus sueños de alguna manera se transformó en una pesadilla. ¿Ahora qué? Los tres grandes determinantes del burnout son el agotamiento emocional, la reducción de los logros y algo llamado despersonalización, que básicamente significa que te estás volviendo amargado y cínico con las personas por las que se supone que debes preocuparte lo suficiente para servir”, añade Hendriksen.

Handricksen dice que hay 8 claves para manejar esta trifecta de miseria:

1. Cuida tu cuerpo

Aunque parece un consejo repetido, Ellen insiste que es importante el autocuidado. “¿Cuándo fue la última vez que almorzaste sin mirar tu computador o pasaste una noche sin Netflix? ¿Cuánto vino bebes después del trabajo? ¿Cuándo fue la última vez que hiciste ejercicio?”, plantea.

La experta aconseja tomar mejores decisiones, y cambiar ese tiempo que pasas frente a las pantallas por una buena siesta, ejercicio o cualquier rutina de autocuidado (yoga, meditación, un baño de tina, un paseo al aire libre, pintar, leer, etc) y cambiar la comida rápida por alimentos saludables y nutritivos.

2. Identifica cuál de estas seis áreas está minando tu energía

El segundo consejo viene de la mano de Christina Maslach, principal experta en el campo del agotamiento de la Universidad de California, Berkeley. Ella asegura que hay 6 problemas que suelen conducir al burnout laboral:

Carga de trabajo: tienes una lista interminable de tareas pendientes con las que nunca has podido estar al día. Continúan apareciendo una y otra vez, sumando y sumando, es de nunca acabar.

Falta de control: sientes que no tienes ningún control sobre las tareas, procesos o plazos.

No te sientes retribuido: Te sientes explotado, que te recompensan poco en el trabajo. Puede ser en términos de dinero, reconocimiento o porque nadie te hace comentarios positivos sobre lo que haces.

Falta de equidad: se refiere a cuando estás en un entorno de trabajo hostil o injusto.

Falta de apoyo: Percibes que no hay un trabajo de equipo, porque no hay apoyo o compañerismo por parte de tus colegas. Sueles sentir que te apuñalan por la espalda.

Incongruencia de valores: los valores de la empresa no van con los tuyos.

Una vez que lo identifiques puedes comenzar a trabajar en ello y pasar a la siguiente clave.

3. Ten una mirada hacia el futuro

“Lo opuesto al agotamiento laboral es algo llamado compromiso laboral. Así que imagina lo que se necesitaría para comprometerte. ¿Dónde te gustaría estar? ¿Qué te viene a la mente cuando piensas en un gran lugar para trabajar? ¿Cómo puedes sentir que puedes tener cierta autonomía sobre tu trabajo, en lugar de que se tomen decisiones por ti?”, propone Hendriksen, pues eso podría darte una perspectiva de lo que necesitas.

4. Revisa tus opciones

Ellen recomienda que una vez que hayas identificado el o los problemas que causan tu agotamiento mental, puedes ponerte en acción para mejorar las cosas.

“Algunos problemas son insolubles, como trabajar en contra de tus valores o una cultura empresarial poco ética. Para eso, mira el punto 5. Pero a veces el cambio es posible. ¿Puedes diversificar la descripción de tu trabajo? ¿Transferirte a otro equipo o ubicación dentro de la empresa? ¿Se puede justificar la contratación de un asistente? ¿Puedes argumentar el tiempo flexible o trabajar desde casa un día a la semana? Si el problema es social, ¿puedes sugerir algunos cambios que ayuden a todos los empleados?”, comenta.

5. Si mejorar tu trabajo actual no es posible, toma decisiones

“Toma algunas decisiones ejecutivas. Si hacer una mejor combinación no funciona, podría ser una señal de buscar otro puesto en otro lugar o considerar si ahora es un buen momento para volver a estudiar”, plantea la especialista.

6. Delega

La psicóloga dice que “delegar” no es reasignar tus tareas importantes a otra persona, sino que luchar “contra la sensación de que eres el único que puede manejar las cosas”.

“Curiosamente, aquellos con un sentido de responsabilidad excesiva (piensas que si quieres que algo se haga bien debes hacerlo tú mismo) son más vulnerables al agotamiento. Y a veces ese pensamiento puede ser cierto en cuanto a tu presentación, tus pacientes, a veces tú eres el único que puede estar a cargo. Pero a veces se pueden delegar cosas. Si sospechas que eres un poco demasiado responsable, pon a prueba la delegación y ve qué sucede”, recomienda Ellen.

7. Diversifica tu tiempo

Ellen explica que cuando sufrimos del síndrome de burnout, solemos volvernos unidimensionales, es decir, nuestra vida se reduce al trabajo. Algunos hacen ejercicio cuando terminan su jornada y creen que con eso se están cuidando, pero en realidad sólo lo hacen como otro “deber”.

“Haz las cosas que quieras hacer, no solo más cosas que debas hacer. Pregúntate qué te gustaba hacer y luego desempolva tus botas de montaña o tu molde de cupcakes. Y con ese fin, tómate tu tiempo libre también; ya sea que te tomes unos días después de terminar ese gran proyecto de trabajo o después de salir de tu trabajo actual y antes de comenzar el siguiente. Durante tus vacaciones, ve a tus amigos, si puedes hacerlo, viaja o al menos descansa: lee algunas novelas, trabaja en tu casa o juega con tus hijos”, propone.