Una de las consecuencias de la pandemia ha sido su impacto negativo en la salud mental. El encierro, distanciamiento de amigos y familiares, han generados cuadros clínicos de mayor ansiedad, depresión y otro tipo de síntomas.

Sin embargo, hay personas que han sido impactadas desde otros aspectos psicológicos. Pueden no extrañar el contacto social y el agobio o fatiga emocional volverse contra las personas y acostumbrarse a la sensación de estar lejos del mundo.

Si bien para algunos resulta más cómodo no salir y no sociabilizar, hay quienes incluso han desarrollado un temor al mundo exterior, que los especialistas han denominado como el síndrome de la cabaña. La psicóloga Solange Anush de la Clínica Alemana, dijo en un comunicado que luego de varios meses de encierro por la cuarentena, el ser humano comienza a acostumbrarse a estar dentro de sus hogares, de un modo que salir genera episodios de ansiedad, los que se mezclan con el miedo al contagio.

Hastío Social
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“La primera etapa fue la de la restricción inicial, en que los factores de estrés tenían que ver con una serie de variables como la longitud inicial de la cuarentena, la gran cantidad de información en los medios, la pérdida de nuestras rutinas, las dificultades financieras, la incertidumbre de contar con suministros necesarios, la frustración y el aburrimiento”, explicó.

Pero además de esta sensación de aislamiento, los expertos en el área están hablando sobre el “hastío social”, el cual intenta comprender por qué algunas personas han desarrollado una especie de asociabilidad o rechazo hacia las personas.

Para los especialistas este agotamiento social viene de las polémicas y conversaciones desde diferentes puntos de vista sobre cómo abordar la pandemia. Para el psicólogo español Juan Antonio Roche, “ha habido una polarización de lo político que también afecta a la esfera privada. Las redes sociales han servido, por un lado, para conectar entre familias o amigos, pero también para generar fake news, un exacerbamiento de las emociones, una intensificación de los odios, el no respeto al diferente. Esta situación ha generado miedo y solidaridad, que son dos de las grandes respuestas sociales que han estado presentes en estos meses”, señaló a El País.

Hastío Social
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No obstante, para el psicólogo la tensión social no da únicamente por las diferencias de opiniones, sino también porque durante la pandemia las personas han tenido una “amplificación de emociones”, la cual se puede desencadenar debido a situaciones estresantes, como un lugar lleno de personas que no estén cumpliendo las mismas normas sanitarias que tú. “El hastío social también tiene que ver con el cansancio emocional que ha supuesto ver trastocada nuestra vida durante un tiempo tan largo”, sostiene.

Eli Soler, puntualizó al medio antes citado que “la situación de confinamiento ha minado la moral de muchas personas. Incluso algunas se han acostumbrado al poco contacto social y manifiestan que les da pereza volver a relacionarse”.

La profesional enfatizó también en cómo este desgaste emocional también ha influido en nuestra manera de comunicarnos o entendernos con las otras personas. “Ocurre principalmente a través de redes sociales, donde la falta de lenguaje no verbal, de expresiones y de entonaciones lleva muchas veces a pervertir los mensajes”.

Hastío Social
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“Hemos estado mucho más irritables, crispados, y todo ello nos ha llevado a discutir más con nuestra familia o nuestra pareja. Las redes sociales han supuesto una ventana exterior a la vida social, pero se han usado en muchas ocasiones más como vía de escape que como herramienta social funcional”, afirma Soler.

¿Cómo liberarse de este hastío?

Para Eli Soler una de las mejores formas de comenzar a dejar esta sensación, es intentar paulatinamente volver a las reuniones con amigos de manera virtual, de ser presencial respetando los protocolos y la fase en la que se encuentra tu comuna. También, indica que una buena manera de comenzar a salir de este encierro es ponerse metas diarias y cumplir alguna “rutina regular”, que te obligue a salir de la cama.

Guadalupe Gómez Baides, psicóloga experta en neurociencia, señala al medio ABC que tener momentos de recreación y de paz son fundamentales para no caer en un agobio por intentar recuperar la normalidad en cuanto a relaciones personales. “La mente funciona de forma óptima en base a objetivos o metas. Es como que se organiza cuando tiene claro su destino y también es capaz de generarnos disfrute cuando emprendemos acciones que nos permiten cumplir nuestros objetivos”, indica.

Otro punto importante para las especialistas es trabajar la tolerancia. A causa del mis agotamiento emocional, el hastío es mayor ante ciertas situaciones o conversaciones que no estamos dispuestos a escuchar. Para esto, Soler señala que es importante no imponer nuestro criterio y escuchar qué nos quiere decir la otra persona, incluso si no estamos de acuerdo.

También, es relevante trabajar la empatía y con ello abrir la mente. “Debemos entender que aunque pensemos diferente, podemos respetar al prójimo y escuchar sus decisiones. Cuando alguien está hablando es necesario ponerse en su piel para entender sus circunstancias y así poder ser más tolerante”, concluye.