Andrea Piacquadio | Pexels (CCO)

Cómo saber si tu dolor de cabeza deriva de la tensión y el estrés

Por Denisse Charpentier
La información es de Comunicado de Prensa

16 febrero 2021 | 16:04

La cefalea es el dolor de cabeza, y existen distintos tipos y causas relacionadas a esta patología. La cefalea tipo tensión es la más común de ellas y muchas veces se manifiesta con dolor moderado.

Sin embargo, existe un porcentaje de personas a las que se les manifiesta intensamente y produce mayor incomodidad y/o limitación. Además, pueden no responder efectivamente al tratamiento.

La Dra. Cecilia Cárdenas, neuróloga de Clínica Universidad de los Andes, explica que la cefalea “es una molestia dolorosa de grado variable, leve a intenso y persistente, donde se siente opresión en las diferentes partes del cráneo y también puede ser en toda la cabeza”.

Los síntomas o signos asociados a una cefalea pueden ser:

Párpados más cerrados o caídos
Diferencias entre la dilatación de las pupilas
Enrojecimiento de ojos, lagrimeo o romadizo
Sensibilidad a la luz u olores
Vértigo
Náuseas

Estos pueden permitirnos diferenciar la cefalea tipo tensión con otros tipos de cefaleas.

“La cefalea tipo tensión es la más común y se atribuye a tensión nerviosa, contracción de músculos y estrés, además de estar relacionada a trastornos del sueño, bruxismo y dolor cervical. En ese sentido, no sólo tiene una causa asociada”, explica.

La cefalea no es invalidante como la migraña, pero es igual de importante visitar a un profesional. “Sin son recurrentes, es recomendable asesorarse por un médico, que entregará los cuidados y recomendaciones de acuerdo con el caso”, agrega la especialista.

Existe una variedad de alternativas de tratamientos para la cefalea como medicamentos y terapias físicas y psicológicas. “Lo importante es conocer qué mecanismos pueden estar involucrados o a qué otras patologías puede estar asociada, de esta manera podremos establecer qué es lo que la produce y dar un tratamiento efectivo, logrando la reducción e idealmente el alivio de la cefalea”, enfatiza la doctora.

De todas maneras, un riesgo asociado a esta patología es la automedicación. El llamado es a ser responsables y evitar esta práctica.

“Esto puede traer consecuencias como intoxicaciones, gastritis, hemorragia digestiva, problemas renales, falta de efectividad de los medicamentos, adicción e interacción con otros fármacos, efectos adversos indeseados e incluso cefalea de rebote. Es por eso que el llamado es a que no lo hagan, ya que como podemos ver, puede traer diversos problemas asociados”, finaliza la Dra. Cárdenas.

Lo importante es estar alertas a los síntomas, en particular a los cambios que pueda tener la cefalea habitual o a signos de alarma como aparición abrupta, máxima intensidad que no cede, fiebre, signos neurológicos asociados y en edades muy tempranas o tardías de la vida. Se debe consultar con un especialista para evitar errores diagnósticos, complicaciones y para tener una mejor calidad de vida.