Como consecuencia, no estamos cumpliendo las metas comprometidas en la estrategia nacional para enfrentar el Cambio Climático de: plantar 60.000has de nuevo bosque, manejar 60.000has. de bosque nativo para aumentar su capacidad de captura, contar con un plan de manejo a escala de paisaje de 1 millón de hectáreas y disminuir un 25% los daños por incendios, sino que vamos en la dirección contraria.
El balance de emisión de Gases de Efecto Invernadero de Chile señala que cada año, estamos arrojando a la atmósfera cerca de 56 millones de toneladas de CO2eq. -generadas en su mayoría por la quema de combustibles fósiles- algo que no logran contrarrestar las masas forestales, que se han visto diezmadas por los incendios y la deforestación.
La tarea de reducir esta brecha entre emisiones y captura la realizan en nuestro país y en el mundo entero los bosques, reconocidos como el único camino para llegar de manera oportuna y eficaz a la meta.
¿Seremos capaces de organizarnos entre los distintos actores para que, basados en evidencia científica, podamos abordar una política de lago plazo y darle impulso a esta urgente agenda del bosque?
Le hace muy mal a Chile no hablar de ello.