El avance del 5G en el país ha sido sostenido y su adopción cada vez mayor por parte de los usuarios. Y así lo confirma las cifras que dio a conocer la Subtel en su último informe “Radiografía de las Telecomunicaciones en Chile”, donde señala que en los primeros cuatro meses del año la red de quinta generación alcanzó 545.323 usuarios, el mismo número de conexiones que el 4G consiguió en 12 meses.

Esto equivale a un 996% de crecimiento, resultado que, sin lugar a dudas, demuestra que los chilenos usan y buscan nuevas tecnologías y los avances que estas promueven. De hecho, no es casualidad que Chile fuera pionero en la implementación del 5G en Latinoamérica, sino que fue parte de las políticas de Estado para conectar el país con tecnologías de última generación y por su puesto gracias al compromiso de la industria de las telecomunicaciones, para amplificar el impacto en una mejor calidad de vida para los chilenos.

Como usuario, podríamos pensar que el 5G ya nos lo entregó todo: internet de alta velocidad, mayor número de dispositivos conectados en simultáneo, casas inteligentes, clases a distancia e, incluso, cirugías de alta complejidad de manera remota, por citar algunos de los numerosos beneficios.

Sin embargo, en Huawei –bajo la política de constante inversión en I+D- hemos analizado este fenómeno y trabajado arduamente para liderar el siguiente paso. ¿Cuál será la tecnología que vendrá después del 5G? ¿Cuáles son los beneficios que esperan los usuarios para las nuevas redes?

En la semana de la Innovación Win-Win, organizada por Huawei en China, fueron múltiples las miradas que concordaron en que hacia 2025, el 5.5G ya se estará comercializando en todo el mundo. En efecto, el jefe de la división de gestión de redes futuras y espectro de la UIT, Walid Mathlouthi, señaló que se espera que esta nueva red se ponga en uso comercial a gran escala en 2025, con el fin de seguir digitalizando la economía y la sociedad, además de acelerar las transformaciones ecológicas e inteligentes.

A medida que vayan surgiendo más aplicaciones inteligentes, necesitaremos tecnologías inalámbricas más capaces que el 5G. Esto será fundamental para la cruzada de alcanzar la capacidad de soportar 100 mil millones de conexiones.

Pero no solo se quedará ahí, también abarcará todos los aspectos de la sociedad en los que las redes inalámbricas y tecnologías puedan beneficiar a los usuarios, marcando un antes y un después a como las conocemos hoy en día. Por ejemplo, una de las áreas donde se registrarán cambios importantes será en los automóviles, carreteras e infraestructura vial, donde podrá utilizarse el 5.5G para desplegar sensores y otras tecnologías destinadas a manejo de flujo y prevención de accidentes.

Esto será soportado por computadores con diez veces más potencia, de manera inalámbrica, conectados entre sí y sin latencia, lo que permitirá aumentar el rendimiento mediante una combinación de hardware y software centrada en los datos.

Asimismo, nada de esto tiene sentido si no va de la mano con la mirada ecológica. En Huawei, nos hemos impuesto la carbono neutralidad en el centro de las políticas de inversión en investigación y desarrollo para nuevas tecnologías. Del mismo modo, para la implementación del 5.5G se esperan soluciones innovadoras para sitios, redes y operaciones ecológicas, con el propósito de aumentar la capacidad de la red y reducir el consumo de energía por bit. Estas nuevas alternativas sin duda fortalecerán a los operadores en la era del 5.5G.

El desafío es grande y debe ser abarcado por todos los actores de la sociedad, no solo el Estado , las Telcos y las asociaciones TIC , sino también por las universidades e industrias que se verán beneficiadas por esta tecnología. Además, la Inteligencia Artificial tendrá un rol fundamental, donde se integrará con esta red, y su crecimiento será veloz, generando robots que impondrán mayores exigencias a las redes de campo industrial de la próxima generación.

Chile tiene todas las condiciones para mantener el liderazgo regional en la próxima generación de redes 5.5G. Pero el camino hacia redes de mayor capacidad debe ir acompañado de disponibilidad de espectro radioeléctrico en bandas adecuadas, como 6GHz, que soporten el crecimiento exponencial del tráfico de datos.

Es de esperar que sigamos avanzando por este camino para que en 2025 el 5.5G sea una realidad en Chile, un país que ha demostrado ir siempre a la vanguardia en la aplicación de tecnologías de última generación.

Marcelo Pino, vicepresidente de Asuntos Corporativos Huawei Latinoamérica y El Caribe.

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