Señor director:

Los recientes anuncios del Gobierno vienen a confirmar las enormes urgencias que enfrentan las pymes en medio de la crisis sanitaria y económica. Los créditos Fogape sirvieron para aguantar el chaparrón, pero como todo préstamo requerían de flujos e ingresos que aún no llegan en regla.

Por eso, el denominado Bono de Alivio para las pymes es una buena noticia, sobre todo para aquellos que han logrado resistir estos difíciles 15 meses de pandemia. Sin embargo, es necesario avanzar más decididamente en esa dirección. Las ayudas anunciadas contemplan subsidios para el pago de cotizaciones previsionales y quienes las adeuden deberán destinar al menos un 30% de los bonos a esos impagos. Estos apoyos serán una ayuda a quienes aún no sucumben, pero difícilmente serán el impulso de aquellos que requieren volver a levantarse.

Según la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento, a abril de 2021, 1.440 personas liquidaron sus bienes y 583 empresas habían quebrado (4% más que el mismo periodo de 2020). Si bien parecen cifras bajas, algunos expertos advierten que el uso del 10% y las ayudas estatales sólo han rezagado las decisiones de quiebra. Esperamos que ese foco de ayuda tan necesario no tenga que seguir esperando y llegue demasiado tarde.

Gustavo Ananía
Gerente general RedCapital.cl

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