En Chile se está dando una situación realmente preocupante. Mientras los indicadores covid tienden a mejorar, el porcentaje de población vacunada aumenta y el foco continúa centrado en discusiones políticas y partidarias, se sigue incrementando otra pandemia, incluso peor que la que ocupa todos los diarios. Me refiero a las listas de espera en salud.

Si la situación sanitaria y las brechas de acceso ya eran críticas antes del coronavirus, los más de 12 meses sometidos a esta enfermedad han generado un aumento sin precedentes en el número de personas que está totalmente impedida de acceder a atención médica de calidad, lo cual deriva en sufrimiento innecesario, enfermedades evitables y muertes prematuras.

Si a nivel internacional la OMS ha catalogado a las tecnologías aplicadas en salud como una poderosa herramienta que contribuye a trabajar de manera más eficiente, efectiva y proporcionar un mayor acceso a los servicios de salud para las personas, ¿por qué en Chile nuestras autoridades parecen no tomar atención a eso? De hecho, nos estamos quedando atrás, pues en el mundo la llamada “salud digital” se ha desarrollado a nivel exponencial, con ingresos que aumentarán de US$350.000 millones en 2019 a US$600.000 millones en 2024.

Mientras nuestro país siga buscando soluciones clásicas, y no se atreva a dar el salto invirtiendo en soluciones de vanguardia que prometen mejorar la ya conocida telemedicina y aumentar significativamente el alcance y la frecuencia de las atenciones a sectores más vulnerables, seguiremos estancados en una problemática sin fin que, de seguro, ni después de esta ni de ninguna elección va a mejorar. Cambiemos la mirada, pensemos en nuevas ideas, porque nuestros pacientes no sólo están enfermos, sino también muy impacientes.

David Batikoff
fundador de Contagiemos Salud

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