Hace ya un mes se alertó de una flota de alrededor de 300 barcos de pesca industrial, en su mayoría de bandera china, posicionada en los límites de la Reserva de Isla Galápagos, Ecuador. A los días, diversas organizaciones ambientalistas, medios de comunicación y hasta el Gobierno de Ecuador, manifestaban su preocupación debido a la importancia simbólica mundial de esta zona alta en biodiversidad. Y efectivamente el tema no terminó ahí.

A través de un análisis de datos existentes en la plataforma Global Fishing Watch, Oceana indicó que se observaba navegación de las naves hacia el sur, pues la “temporada de pesca” que vivimos actualmente en aguas oceánicas obedece a la disposición de un calamar que en Chile conocemos como jibia y en Perú como pota.

Lo anterior generó múltiples reacciones que queremos aprovechar ahora, para hablar más en profundidad sobre la pesca.

En primer lugar, es bueno saber que los países poseen un espacio terrestre continental o insular de una extensión marítima de 200 millas náuticas denominado Zona Económica Exclusiva. En tierra hablamos de kilómetros y en el mar de millas náuticas.

En segundo lugar, existen países, no es el caso de Chile, que poseen flotas de larga distancia; es decir, naciones asiáticas y europeas, por poner sólo dos ejemplos, que tienen dentro de sus industrias pesqueras un número importante de naves que recorren el océano en busca de especies como, por ejemplo, atún; pero esa pesca la deben realizar fuera de las 200 millas náuticas de la Zona Económica Exclusiva de cada nación.

En tercer lugar, es bueno aclarar que la única forma de que barcos de larga distancia puedan ingresar a la Zona Económica Exclusiva es mediante el “paso inocente”, el que está asegurado por tratarse de libre navegación, sin embargo, esto no les permite a las naves extranjeras capturar ninguna especie dentro de las 200 millas.

Cualquier hecho de esta magnitud es considerado pesca ilegal, uno de los principales problemas que afecta a las poblaciones de peces en la actualidad.

En cuarto lugar, respecto a las conductas de estas naves, las que puedan parecer riesgosas, nuestro país cuenta con sistemas de seguimiento satelital por parte de la Armada de Chile y del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura a través de la plataforma de Global Fishing Watch. Esto permite en tiempo real llevar un monitoreo de la flota internacional, pero también de la flota nacional.

A este monitoreo se suman los esfuerzos de comunidades, organizaciones de la sociedad civil y el sector público por avanzar en una mayor transparencia en materia de pesca para la recuperación de las diversas especies.

En quinto lugar, para resguardar las diferentes especies y asegurar su conservación para las futuras generaciones, cada país debe realizar esfuerzos internos; en nuestro caso contamos con una ley de modernización del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura, pero también un trabajo exterior a través de las organizaciones regionales de pesca, cuya función es abordar desde el multilateralismo los problemas comunes del océano.

Sumado a lo anterior, también se han impulsado diferentes políticas públicas donde destacan la transparencia en la señal satelital de las embarcaciones y la creación de áreas marinas protegidas. Estas últimas, se han ido transformando poco a poco en verdaderos reservorios de biodiversidad, destacando en Chile el ejemplo del archipiélago Juan Fernández e Islas Desventuradas.

Finalmente, hay que señalar que las áreas marinas protegidas se han convertido en una herramienta importante para el resguardo de la biodiversidad. El rol de las comunidades por avanzar en la creación de estas áreas ha sido primordial y su compromiso con la creación de los planes de administración también.

No obstante, todos estos procesos requieren una madurez comunitaria e institucional que Chile ya ha emprendido. El 43% de protección de nuestra Zona Económica Exclusiva es un patrimonio ambiental invaluable, y la participación de las comunidades, más allá de los plazos administrativos, es central, pues son ellas las que deben jugar el papel fundamental en la administración.

César Astete Durán
Director de la Campaña de Pesquerías
Oceana Chile

Nuestra sección de OPINIÓN es un espacio abierto, por lo que el contenido vertido en esta columna es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial de BioBioChile