La escritura de una nueva Constitución está a la vuelta de la esquina, aunque es un momento que de seguro pasará a los libros de historia, aun quedan varias interrogantes que deben ser resueltas en el menor tiempo posible. Es necesaria una nueva Constitución con amplia participación ciudadana, que represente la diversidad de un país tan diverso como el nuestro.

De esta forma, la necesaria inclusión de los pueblos originarios y afrodescendientes es un tema relevante, no solo por la necesaria representatividad, sino porque es parte de lo que vemos cada día en el trabajo que realizamos como Fundación Superación de la Pobreza. Hace una semana realizamos un Diálogo País donde quisimos relevar este tema enmarcado en el Convenio 169. Para conocer la opinión del pueblo mapuche invitamos a Adolfo Millabur, representante de la Indentidad Territorial Lafkenche; a Marta Salgado, de la ONG Oro Negro en representación de los afordescendientes; Marcela Ríos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo; y a una invitada muy especial, Nina Pacari, abogada indígena y miembro de la Asamblea Constituyente del Ecuador.

Esta rica instancia nos permitió escuchar desde los y las protagonistas algo que intuíamos, pero que se hace más claro cuando se escucha de las personas protagonistas. No es que el tema de los escaños reservados sea un gesto, no puede ser solo un gesto, es un deber que tenemos como sociedad. Los pueblos originarios y afrodescendientes no nos están pidiendo un favor para ser parte de este proceso, somos nosotros quienes debiéramos pedirles a ellos y ellas ser parte. Lo anterior ya que históricamente hemos invisibilizado sus derechos mediante la homogeneización cultural, la que se ha llevado a cabo de manera implícita e explícita.

Una Constitución que pueda ser pensada con miradas más arraigadas en la tierra y en los procesos naturales, será probablemente una carta fundamental más amable con el medio ambiente y por tanto también hacia toda la sociedad. La forma de mirar el mundo de los pueblos originarios es quizás la riqueza más grande del país, es impensable construir un mapa de ruta sin que ellos y ellas nos den las luces necesarias para pensar un futuro diferente.

Las palabras de Ninca Pacari no dejaron a nadie indiferente. Ella ya vivió un proceso así en su país: “En el contexto ecuatoriano la realización del Estado Plurinacional fue fruto de un esfuerzo tenaz, sistemático, que involucró un alto grado de movilización y organización social por más de 10 años y con logros que deberían esperarse en un futuro cercano para Chile”.

La oportunidad que tenemos hoy como país es única, este es el momento para pensar un mejor país. Un país integrado, con miradas diversas, plurinacional. Es desde ahí donde podremos vivir una vida común que nos represente a todos y todas.

Bernardo Pardo
Director Regional en la Araucanía
Fundación Superación de la Pobreza – SERVICIO PAÍS

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