Durante la campaña electoral se ha hablado muy poco de la problemática de los chilenos y chilenas que residen fuera de las fronteras nacionales, a pesar de que por primera vez podremos votar en las elecciones presidenciales, que se realizarán el 19 de noviembre de 2017, en primera vuelta. Por otra parte, es necesario mencionar que casi un millón de compatriotas viven en el extranjero, lo que constituye alrededor del 6% de la población chilena.

Cerca de 40.000 ciudadanos chilenos trasladamos desde Chile nuestro domicilio electoral para poder sufragar en el exterior, una cifra relativamente baja. A modo de explicación, es necesario señalar que existen pocos consulados chilenos en el mundo, no obstante que la población mundial crece con rapidez y también el número creciente de compatriotas que parten al extranjero, especialmente estudiantes. En vez de aumentarlos, el Gobierno ha suprimido algunos de ellos como el de Marsella, en Francia.

Es útil mencionar igualmente que en ciertos países, como Canadá, Australia, Rusia y otros, las representaciones diplomáticas chilenas se encuentran muy lejos de pequeñas ciudades y lugares donde habitan muchos chilenos. Un gran número no pudieron desplazarse al consulado respectivo para obtener la clave única, trámite imprescindible para poder inscribirse en los registros electorales del exterior. Estas personas no podrán simplemente ejercer su derecho de sufragio.

Sin embargo, el problema más grave proviene del hecho que un porcentaje cercano al 50% están privados del derecho a voto por haber nacido en el exterior y no haberse avecindado en Chile por más de un año. Esta disposición constitucional excluye injustamente a más de 400.000 chilenos que poseen la nacionalidad pero no la ciudadanía, lo que constituye una discriminación inaceptable.

Demandas y propuestas

¿Qué reivindican y exigen los chilenos del exterior? En primer lugar, solicitamos el reconocimiento de ciertos derechos políticos fundamentales y ser tratados en igualdad de condiciones con los compatriotas del interior.

Más específicamente, solicitamos el pleno derecho a voto, sin restricciones, en igualdad de condiciones con los chilenos del interior. Actualmente, sólo podemos sufragar en las primarias presidenciales, en las elecciones presidenciales y en los plebiscitos nacionales, gracias particularmente a la iniciativa y apoyo de la Presidenta Michelle Bachelet. Pedimos igualmente la creación de la Región Exterior con la posibilidad de elegir a nuestros propios representantes: diputados, senadores, Gobernador Regional y consejeros regionales.

Por otro lado, durante el gobierno del Presidente Aylwin se aprobó una ley de retorno, con vigencia limitada, que ayudó al regreso a la patria de muchos compatriotas. Ha llegado el tiempo de adoptar una nueva ley sobre esta materia, más moderna, que facilite el retorno al país de los connacionales que deseen hacerlo. Varios países latinoamericanos se han dotado de una ley de retorno, como Perú y Colombia. En cuanto al reconocimiento de diplomas adquiridos en el extranjero, existen muchos problemas cuando se regresa a Chile. El gobierno, en concertación con las universidades, colegios profesionales y otros establecimientos, debe dotarse de un sistema rápido y eficaz de convalidación de los estudios efectuados en el extranjero.

En el campo internacional, Chile ha firmado alrededor de 25 convenios bilaterales de seguridad social con diferentes países, cuyo objetivo fundamental es el reconocimiento de los años de trabajo en ambos países, para los efectos de la jubilación. Varios de estos acuerdos están obsoletos. Es necesario, por lo tanto, modernizar estos convenios y firmar otros con naciones donde viva un número significativo de compatriotas. En lo relacionado con la cultura chilena, el Estado debe apoyar la creación, producción y desarrollo de la cultura nacional en el exterior, como lo hacen otras naciones.

En cuanto a las nuevas generaciones, es útil señalar que más del 45% de los chilenos del exterior han nacido en el extranjero. Es un deber del Estado apoyar el esfuerzo de nuestras familias y de las organizaciones chilenas del exterior para que estos niños y jóvenes no pierdan sus raíces chilenas y sigan viviendo la chilenidad transmitida por sus padres y abuelos. También deben promoverse los intercambios estudiantiles entre jóvenes chilenos del exterior y del interior. A este respecto, importa mencionar que se acaba de efectuar el Primer Encuentro de las Nuevas Generaciones de Chilenos del Exterior, en Estocolmo, Suecia, del 29 de septiembre al 1 de octubre de 2017, donde se trataron estos temas.

En el exterior también hay chilenos pobres. Para enfrentar esta problemática se requiere que las leyes, que otorgan pensiones públicas u otros beneficios sociales, se hagan extensivas a los compatriotas del exterior que se califiquen, por ejemplo, a quienes viven en los países vecinos. También hay que señalar que un número creciente de chilenos que viven fuera de las fronteras nacionales ahora forman parte de los adultos mayores, que aman y añoran a su país natal. Muchas de ellos desean venir a Chile por última vez. El Estado debe preocuparse de estas personas y organizar, por ejemplo, visitas al país.

Otro punto importante dice relación con los intercambios científicos y académicos. Un número significativo de compatriotas se desempeñan como investigadores o enseñan en prestigiosas universidades extranjeras. Muchos de ellos desean colaborar con el Gobierno, con institutos especializados y universidades chilenas, pero faltan las estructuras y mecanismos. El Estado debe facilitar dichos intercambios y aprovechar los talentos, la disponibilidad y el deseo de servir a la patria de estas personas valiosas.

La necesaria participación

En Chile se han creado varios mecanismos de participación ciudadana, de acuerdo a la ley 20.500. En el exterior, proponemos la creación de Consejos Consultivos que colaboren con los consulados chilenos, integrados por delegados elegidos y por representantes de las organizaciones chilenas de la ciudad en que funcionen estas representaciones diplomáticas. El Ministerio de Relaciones Exteriores debería dictar un reglamento e instruir a sus cónsules para que se abran a esta iniciativa. Es imprescindible mejorar los servicios que los consulados ofrecen en el extranjero: horarios, poderes, cédulas de identidad, precio de los pasaportes que son muy altos, desarrollo de la cultura, etc. En algunos países y ciudades es urgente crear consulados, incluso nombrando cónsules honorarios.

Por otra parte, es indispensable que los diversos ministerios coordinen mejor sus políticas relativas a los compatriotas del exterior. El comité interministerial, que ya existe, debería reunirse con más frecuencia, con la presencia de uno o más representantes de organizaciones chilenas del exterior.

Algunos compatriotas del interior se preguntan en qué contribuyen los chilenos residentes en el extranjero al desarrollo del país. De muchas maneras, consumiendo y promocionando los productos del país en su lugares de residencia, promoviendo el turismo, invirtiendo en pequeñas empresas, ayudando en las catástrofes naturales, etc. Pero sobre todo y desde siempre, enviando dinero a familiares y obras de beneficencia. Desde hace muchos años hemos estado solicitando – sin éxito – que el Banco Central publique, al menos una vez al año, el monto total de las remesas de dinero enviadas por los chilenos residentes en el extranjero, como lo hacen otros países.

Actualmente, la Dirección para las Comunidades Chilenas del Exterior (Dicoex), del Ministerio de Relaciones Exteriores, se preocupa de la población chilena en el exterior. Esta Dirección ha cumplido ya una etapa. Se necesita ahora un organismo con mayores facultades, con un presupuesto adecuado y que funcione de manera autónoma. La creación de una Subsecretaría -y posteriormente de un ministerio de Migraciones- sería un paso en la buena dirección.

Finalmente, pedimos que la ley de Presupuesto consagre, cada año, sumas de dinero suficientes para financiar una reunión anual de chilenos del exterior en Chile y también reuniones por continentes o regiones del mundo.

Esperamos que estas propuestas puedan ser consideradas en los programas de los diferentes candidatos y candidatas a la Presidencia de la República.

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Osvaldo Núñez Riquelme
Abogado chileno residente en Montreal
Expresidente del Comité Internacional Chile Somos Todos
Exdiputado federal en Canadá

Montreal, octubre de 2017

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