Sin duda, uno de los grandes misterios de nuestras vidas, es saber con cuánto vamos a vivir cuando seamos viejos. Los eufemismos son tercera edad, cuarta edad y seguramente van a aparecer otras declaraciones para describir esta edad, a la cual todos o la gran mayoría va a llegar.

Ha habido leyes, pensiones, reparto de la torta y en la década de los 80, en Chile se inicia un proceso llamado AFP, liderado por José Piñera, sistema que establece que si usted “ahorra” un 10% de su sueldo durante 40 años de vida laboral y de acuerdo a las expectativas de vida de ese momento, usted tendría más menos un 60%-70% de retorno de acuerdo a su renta promedio por la cual cotizó, con un tope de 60 UF en un principio y hoy ya está en 75.

Se parte con un fondo, que hoy por hoy se conoce como el fondo C, para luego mediante un DL, se crean los multifondos, con el fin de lograr un mejor rendimiento de ellos y también en esto se declara que las personas deben estar más atentas a lo que ocurre con ellos, puesto que se nos da la libertad de escoger a qué fondo queremos ir con nuestro ahorro.

Este último párrafo, al parecer no fue comprendido por la gran mayoría de los chilenos, y las instituciones a cargo de administrar estos valores no comunicaron de manera simple esta manera de ahorrar. Lamentablemente estas administradoras tuvieron un acto de soberbia, en cuanto a sentirse seguras de que el sistema iba a funcionar sin grandes tropiezos sociales.

Hoy estamos enfrentados a un movimiento social que se aferró a un slogan muy pegajoso y que nos puede llevar a una turbulencia económica no menor, ya que las personas desconocen, por ejemplo, que lo que está ahorrado sustenta gran parte del crecimiento económico de Chile, a través de varios proyectos que han sido financiados con nuestros ahorros.

Se buscan soluciones que se debieron haber realizado antes, como el aumento de la cotización de un 10 a un 15%, aumentar la edad de jubilación en 2 ó 3 años más, explicar de manera más amigable a la ciudadanía sobre qué es lo que se debe hacer para obtener una mejor jubilación, no colocar topes en la cotización, mantener los APV con mecanismos más atractivos al ahorro, que la renta vitalicia sea heredable tal como los fondos de pensiones y otras ideas más.

Lo peor que podría ocurrir es volver atrás, pues todos esos sistemas antiguos de reparto quebraron. Se escucha el establecer un 5% solidario no heredable, eso ya está diciendo que el fondo no es suyo y lo solidario en materia de previsión es complejo, no todo el mundo está dispuesto a entregar parte de su trabajo a un fondo común. Pasar los fondos a un ente estatal se convertiría en un botín político, además que se debería pagar un valor por administración que hoy sí lo hacemos con el actual sistema.

#SiMasAFP debería empezar a escucharse, reconociendo que parte con una alta impopularidad, dado el desconocimiento mayoritario de las personas de lo que significa todo este sistema de fondos para la jubilación.

Para eso invito a las personas a que se informen más sobre lo que significan los fondos de pensiones, ahorrar para el futuro; para nadie es fácil pagar las cuentas a fin de mes, pero no por eso voy a solicitar como “derecho” el que se me pague una jubilación que no merezco, pues de verdad no realicé las provisiones en los tiempos adecuados.

Estimados jóvenes, comiencen desde ya a ahorrar, a trabajar, eso es lo que hace crecer un país, es lo que hace que usted crezca, lo demás es pura conversación de sobremesa.

Claudio Lapostol
Académico Facultad de Economía y Negocios UNAB

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