Al analizar el proyecto de ley de reforma a la educación superior se puede evidenciar que ignora el aporte de las universidades regionales al desarrollo de los territorios y a la descentralización, ya que en ninguno de sus articulados se vinculan a las casas de estudio como parte de un sistema al servicio de las regiones.

El diagnóstico omite que las universidades en regiones contribuyen de manera especial en contextos de mayor vulnerabilidad socioeconómica, menor capital escolar y con mayores costos relativos asociados a procesos de nivelación para asegurar un tránsito exitoso de la vida universitaria de los estudiantes. En ningún caso se le plantea a estas instituciones desafíos y objetivos en torno a contribuir a la reducción de inequidades socioterritoriales y a la concentración espacial que sufre el país.

Respecto del sistema común de acceso a las instituciones de educación superior, resulta negativo que la nueva institucionalidad Subsecretaría de Educación Superior, administre el sistema y que el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas sea un mero colaborador, donde el control del sistema queda sujeto al gobierno de turno, afectando el rigor técnico y credibilidad.

Lo pernicioso sería que este mecanismo sólo se aplique a las instituciones que reciban recursos públicos y el resto del sistema opere con total libertad y sin regulación. Lo que sí resulta positivo es que se propongan programas especiales de acceso; esto es indicativo de la voluntad de construir una política inclusiva y de acceso, pero resulta conveniente explorar nuevas dimensiones. Asimismo, se hace conveniente innovar en sistemas de movilidad y armonización curricular para que estudiantes de formación técnica accedan al sistema universitario.

En materia de financiamiento se hace fundamental modificar el actual paradigma centrado en el mercado, donde vía voucher se somete a las universidades a una lógica de mercado y de corto plazo. Esta orientación actual de la política renuncia a políticas de Estado para impulsar objetivos nacionales /regionales de largo plazo, y este proyecto de ley lo debiera corregir.

En resumen, resulta inadecuado que se elimine el Aporte Fiscal Directo que si bien tiene inequidades, es un aporte basal previsible, ya que al crear un fondo de investigación y creación artística “concursable”, ingresan todas las instituciones que accedan a gratuidad, disputándose los mismos recursos. En el esquema de financiamiento propuesto no se plantea ningún tipo de financiamiento que compense la superación de brechas académicas, costo de vida regional, compensación de carreras vitales para el desarrollo regional con menor matrícula o mayores costos.

Óscar Garrido
Rector de la Universidad de Los Lagos

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