El domingo pasado, dos adolescentes de 16 y 17 años perdieron la vida tras perder el control del vehículo que acababan de robar y estrellarlo contra un árbol a más de 160 kilómetros por hora mientras huían, en la comuna de Quilicura.

Mucha gente expresó directamente en redes sociales su alegría por la muerte de los jóvenes. En un país cansado de la delincuencia, parece que la extinción -por su propia mano- de dos ladrones de autos sólo podía considerarse como algo positivo.

Pero cada historia tiene dos versiones y la psicólogoa que ejerció como profesora jefe de uno de ellos, quien pidió a BioBioChile reserva de su identidad, utilizó precisamente la red social Twitter para dar a conocer no sólo que uno de ellos era uno de sus alumnos, sino también las circunstancias en que llegó a delinquir y le acarrearon la muerte.

Daniela relata que el adolescente tenía una vida familiar problemática, pero que pese a ello estaba logrando superarse en la medida en que, junto a otros profesores, trabajaron por orientarlo. Por desgracia, las decisiones de sus padres y la influencia de sus amigos acabaron por alejarlo de los estudios y marcar su destino.

“Sé que no hizo cosas buenas. Pero para mi no murió una “lacra”: murió mi alumno. El que yo tanto quería y con el que tanto intentamos… Pero no pudimos. Fracasamos. Y tengo pena”, confidencia la profesional a través de sus publicaciones.

A continuación, la historia en orden secuencial:

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