Ya llegaron al país, a través de la Pontificia Universidad Católica, las 6 mil dosis de los ensayos clínicos en fase III de la vacuna contra el covid-19 del Laboratorio Chile.

Para conocer más del proceso y de la selección de los voluntarios, conversó con Expreso Bío Bío, la directora científica de los ensayos de la vacuna Sinovac, Dra. Susan Bueno.

La también académica de la Universidad Católica explicó que en el inicio del estudio clínico que se va a realizar en el país, se están habilitando los canales formales, a través de un sitio web que se va a lanzar en los próximos días, para entregar información sobre en qué consiste el proceso, cuáles son las personas que pueden participar y cómo deben inscribirse los interesados.

Explicó que todas las fases clínicas (I, II y III) tienen que ser muy reguladas, las que se rigen por entidades internacionales y por las recomendaciones de la OMS. “Cada una de las etapas de los estudios clínicos tienen que cumplir una serie de componentes y de elementos que se van incorporando a medida que las convenciones internacionales ponen requerimientos”.

Respecto al caso concreto de la vacuna que desarrolla la casa de estudios, detalló que “Sinovac es una vacuna inactivada. Es el virus completo que ha sido tratado para que no produzca infección pero sí pueda inducir inmunidad”.

De esta forma, la persona que ha superado todas las evaluaciones y se corrobora que cumple con los criterios y que no tenga una condición que les impida participar del estudio, se les administrará una primera dosis de vacuna, posteriormente se hace un seguimiento por un año desde el inicio y hasta que termina la evaluación, tanto de manera presencial y remota.

A los 14 días de suministrada la primera dosis, se aplica la segunda vacuna. Tal como lo precisado anteriormente, durante los primeros meses se hace un seguimiento diario, remoto, a nivel computacional para registrar los efectos que pudieron haber tenido los voluntarios.

“Este estudio que estamos liberando en la Universidad Católica va a tener una duración de un año, eso significa que las personas, los voluntarios que participen, van a ser seguidos para evaluar la duración de la inmunidad, los potenciales efectos adversos y la eficacia de la vacuna durante un año”, especificó.

Si bien indicó que es difícil anticipar el tiempo para que la vacuna sea registrada como tal, precisó que en la mitad del estudio (6 meses) ya se deberían hacer evaluaciones para determinar la eficacia. Sin perjuicio de ello, de obtenerse, es fundamental seguir el seguimiento durante el año.

“Si una vacuna determina eficacia anticipadamente, mientras el resto de los estudios clínicos siguen en curso, bajo ninguna circunstancia significa que el resto de los estudios se tienen que detener”, aclaró.

Lo anterior, porque actualmente el estudio abarca a adultos, que son un grupo determinado, pero resta conocer los resultados en la población de adultos mayores, menores de edad o personas con otras condiciones médicas. Por eso, es favorable que existan varios ensayos de vacunas contra el covid-19.

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