La última sesión del concejo municipal de Vitacura tuvo una movida conversación cuando se abordó el tema de la renovación de patentes a los night clubs de la comuna. Este asunto generó división entre los concejales e incluso el alcalde Raúl Torrealba debió votar para desempatar el sufragio por la renovación de la patente de alcoholes.

En conversación con el programa Expreso Bío Bío de Radio Bío Bío, el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios Nocturnos (Anetur), Fernando Bórquez, abordó la molestia que han generado estos locales en los vecinos. “Siempre la vida nocturna tiene un grado de externalidad negativa que puede molestar a los vecinos. En Vitacura no generalizaría porque son seis vecinos del centro comercial Lo Castillo que están reclamando este tema”, indicó.

El night club que está principalmente en la polémica corresponde a Club Palomino que se encuentra ubicado en el centro comercial Lo Castillo.

Además, aseguró que “en toda la comuna hay cuatro cabarets eso no constituye bajo ningún punto de vista un barrio rojo (…) Son tremedamente exclusivos y están ubicados estratégicamente en subterráneos. Me parece que hay otros intereses de fondo”.

“El tema de la venta de drogas es un mito. Son acusaciones que me gustaría que pudieran demostrar. Jamás lo he visto”, añadió sobre las críticas de los vecinos.

Bajo esta misma línea agregó que “en el caso puntual de Vitacura hay un problema de fondo distinto, que no es el discurso que se está levantando y que además son seis vecinos”. De acuerdo a Bórquez, los vecinos querrían sacar a uno de los locales para utilizar el espacio.

Visión en la comuna

A la conversación también se sumó Cristian Araya quien es concejal de Vitacura, quien indicó que “frente a los reclamos de los vecinos, locatarios y juntas de vecinos es que estamos levantando la voz y decir de una vez por todas cómo queremos proyectar la comuna”.

“Yo quiero una comuna residencial, una comuna para la familia, no una donde hayan matones que sacan a las familias y afectan al bienestar de la comunidad”, añadió.

Araya sostuvo que “no quiero llegar a una comuna donde las familias tienen que vender e irse porque no pueden vivir con tranquilidad”.

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