El periodista, locutor y rostro de la campaña del No, Patricio Bañados, se refirió a su participación en la franja a 30 años del plebiscito que sacó a Pinochet de La Moneda.
En entrevista con Expreso Bío Bío, quien se convirtió en uno de los rostros de la campaña para el retorno a la democracia sostuvo que a 30 años de la votación, tiene sensaciones encontradas.
Esto, porque según señaló, “para mí solo fue perjuicio a pesar de haber sido un gran honor”.
“Nadie creería las canalladas que son capaces de hacer con estudiantes (sus hijos), pero esto es encapsulado. Significó solo inconvenientes, postergaciones y daños, pero por favor que no se tome como que me estoy quejando, he tenido una vida de película”, aclara.
Bañados dijo que tras el retorno a la democracia fue la Concertación quien lo echó de la televisión a los 70 años, a diferencia de lo ocurrido con otros rostros como Julio Martínez, Raúl Mata y Sergio Livingstone.
En esa línea explicó que, de alguna forma, a pesar de haber ganado el No, se castigó a quienes fueron rostros y no así con los personajes que apoyaron el Sí o que se quedaron callados en esa época. “Volví ganando la quinta parte de lo que ganaba antes”, señaló.
Y por antes se refiere a cuando era locutor de noticias, puesto que lo llevó a enfrentar las informaciones entregadas por la dictadura y que derivó en su expulsión de la televisión.
El profesional primero cuestionó al aire algunas noticias, después, tras una advertencia que no podía volver hacerlo, se negó a leerlas, cuestión que lo terminó sacando de pantalla.
Propuesta para participar del No
“Sin pertenecer a ningún partido político, al parecer muy equivocadamente yo creía que era un ciudadano con derechos y deberes. Entonces cuando llegó una dictadura abyecta me sentí obligado a intervenir“, señaló el locutor, al que acudieron partidos de la Concertación.
Pero no fue una decisión fácil, comentó: “yo ya había experimentado la mano que aprieta de la dictadura, cuando hice comentarios en radio chilena después que me expulsaron de la televisión (…) mis hijas, que en esa época estaban en el colegio, fueron amenazadas por teléfono”.
“Una de mis hijas fue atropellada. Era un gran honor, pero también era un gran peligro”, enfatizó.
Por eso, reflexionó junto a familiares y amigos, porque lo que implicaba no era menor, “noche a noche, por cadena nacional, enfrentarse con el dictador más sangriento que ha tenido Chile”.
Pero Bañados sabía la importancia del momento histórico. “Era un momento crucial para nuestro país. La posibilitad de retornar a la democracia, terminar con esa vergüenza en la historia de Chile que fue esa dictadura de tantos años”.
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