El conflicto entre los vecinos de La Legua y el Gobierno por el derribo del muro escala con el pasar de los días. Es por esto, que una vecina de la villa Los Jardines conversó con Podría Ser Peor para entregar su testimonio.
“En este mismo momento yo vengo del jardín a buscar a mi hijo y se perpetra una balacera, estamos aquí mismo refugiados con mi hijo en una casita“. Así comenzó el relato de la mujer, quien durante unos minutos no pudo ingresar a su casa por el temor de que una bala alcanzara a su hijo o a ella.
La vecina cuenta que llegó hace siete meses a la población con el fin de cumplir el sueño de la casa propia, no obstante, sostuvo que todo cambió al percatarse que las balaceras por el sector no terminaban.
“Nosotros tomamos el muro como nuestro refugio, es el que nos protege más allá de las fuerzas policiales que vienen e intervienen acá en la población. Es el muro el que nos refugia (…) Se supone que habían medidas de blindaje a estas casas”, dijo.
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Por lo mismo, la vecina indicó que se les prometió que los muros no serían derribados hasta que los inmuebles se encontraran blindados. “Una locura total. Entonces hoy, pasadas las nueve de la mañana, llegaron las maquinarias junto con unidades policiales y nosotros teníamos agendada una reunión con el Serviu, y salimos y nos topamos con estos tipos acá en la calle”, explicó.
Para las familias que se encuentran día y noche a merced de las balas, se trataría de algo más que un simple muro, es “nuestro muro”. Así lo llama la mujer, quien en su relato describió que “en temas de balacera nosotros corremos y nos refugiamos en él. Es el único refugio que tenemos, los pisos de nuestras casas son de madera, las balas atraviesan de par a par“.
Una vez llegó Carabineros hasta el lugar, describió que utilizaron carros lanza agua, “zorrillos”, micros y personal a pie para acorralarlos.
“Nosotros nos sentimos con mucha impotencia, ya que vimos que eran peor que una protesta, ese poder policial jamás se ha visto acá en la población (…) Cuando se necesita ese poder, acá en la población no está“, acotó la mujer.
La vecina se mostró convencida de que derribar el muro significaría progreso para la población, pero aclaró que este no sería el momento. Además, enfatizó en el sentimiento de impotencia que mantienen las familias frente a los reiterados episodios delictivos.
“Para nosotros esto es un fracaso total. Es tanta la impotencia que tenemos y nadie nos ayuda, nos han prometido durante meses soluciones ridículas como el blindaje, porque para mí es una humillación ser la que yo me tenga que encarcelar porque el Gobierno y la policía no hacen su trabajo (…) Yo tengo que poner latas en las ventanas, yo tengo que dormir con mi familia en un sillón“, dijo.
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