Pintar mandalas es una práctica que cada vez más chilenos adquieren, ya que a través de una caja de lápices se puede combatir el estrés, la angustia, el insomnio, la ansiedad y la depresión; así como también mejorar la paciencia, el autoestima, la memoria y la capacidad de concentración.

En conversación con Expreso Bío Bío, Benjamín Pérez, psicólogo clínico y autor del libro “Las Flores del Alma”, indicó que la gente está buscando espacios y maneras para conectarse consigo mismo.

“Siento que hay una presión tan fuerte de un mundo tan rápido, tan exigente, que la gente necesita un espacio para estar consigo misma”, dijo.

Agregó que su línea de trabajo como psicólogo es el arte terapia, encontrándose con gente que estaba sobrepasada por las exigencias del mundo exterior.

“O bien estaban desconectados de su mundo interior y era un espacio desconocido, o bien tenían una disociación súper dolorosa y difícil de llevar”, arguyó.

Explicó que este trabajo nace desde la interrogante en torno a cómo generar un canal o puente que te permita conectar estos dos mundos y armonizarlos, para después ver cómo nuestra personalidad e identidad puede estar al servicio de lo que hay en el interior del ser humano.

“El mandala que tu mismo creaste te muestra cómo tu te estás relacionando con el mundo, contigo, qué dificultades tienen en el flujo entre el adentro y el afuera y te da de repente luces para probar algo nuevo”, sostuvo.

Escucha la entrevista realizada por Katherine Ibáñez y Álvaro Escobar en Expreso Bío Bío: