Marcela Rojas RBB | AgenciaUno

Con traductoras particulares para los detenidos comienza formalización de imputados por "mafia china"

Por David Vergara
Con información de Marcela Rojas.

05 diciembre 2025 | 12:09

Este viernes 5 de diciembre inició la formalización de los imputados de la banda criminal conocida como la “mafia china” que operaba en el barrio Meiggs, audiencia en la que están presentes traductoras particulares para los detenidos de nacionalidad china.

Según pudo constatar La Radio durante la formalización, al no entender español los imputados asiáticos cuentan con traductoras particulares para el desarrollo de la audiencia.

Cabe recordar que estos detenidos fueron capturados en el marco de la operación “Muralla Oriental”, donde se allanaron 63 propiedades —entre domicilios y comercios— en comunas como Santiago, Estación Central, Quinta Normal y Providencia.

Este procedimiento se dirigió contra la estructura criminal acusada de diversos delitos. Entre los ilícitos imputados figuran tráfico de drogas, homicidios, secuestros, comercio sexual, cohecho, contrabando, defraudaciones, delitos tributarios y falsificaciones.

Sobre los detenidos, son en su mayoría ciudadanos de nacionalidad china, específicamente 27, a quienes se suman dos chilenos y un boliviano. Del total, 18 quedaron a disposición del Ministerio Público y el resto apercibido, a la espera de ser citados por Fiscalía.

Carabinero involucrado y sistema financiero informal de la mafia china

Es importante mencionar que entre los detenidos hay un carabinero de la Escuela de Suboficiales, apuntado por presuntamente colaborar con la organización criminal. Este funcionario policial, quien entregaba información de procedimientos a cambio de una remuneración, fue dado de baja según comunicó el ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero.

Otro aspecto a considerar es que la denominada “mafia china” usaba un sistema financiero informal llamado “hawala“. Este les permitía hacer transacciones internacionales sin trasladar fondos por canales formales ni dejar rastro bancario, evitando así controles que habrían permitido perseguirlos con mayor facilidad.

Sobre la metodología, esta es antigua y contempla a un emisor, un receptor y dos intermediarios. El procedimiento incluía el contacto con el detalle del monto de dinero a transferir y una contraseña que pasaba por los intermediarios, quienes recibían una comisión tras la entrega al receptor, mientras que el emisor evitaba los costos bancarios tradicionales.