Con un único imputado como presunto responsable de los hechos, el pasado jueves comenzó el juicio oral por el incendio que destruyó la Iglesia San Francisco de Borja durante el llamado estallido social. Se trata del templo que era utilizado por Carabineros.
El juicio inicia a casi cuatro años y medio del hecho, ocurrido específicamente el 3 de enero de 2022.
El caso cuenta con tan solo un imputado. Se trata de Gerardo Álvaro Leal Robles, acusado por la Fiscalía Centro Norte como el responsable de los delitos de incendio y arrojar artefactos incendiarios, por los cuales el Ministerio Público se encuentra solicitando una pena que suma 16 años de cárcel.
Leal fue detenido en junio del año pasado tras pasar varios años prófugo, luego que dejara de cumplir las medidas cautelares impuestas por la justicia.
El fiscal del caso, Francisco Bravo, señaló que en el juicio se presentarán alrededor de 18 testigos y diversas pruebas periciales que acreditarían la responsabilidad del acusado.
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Demoras en juicios
Este caso ha dejado en evidencia el atraso y la demora que hay en el avance de los procesos judiciales, considerando que el incendio del templo religioso ocurrió el 3 de enero del año 2020.
Un fenómeno que el ministro de Justicia, Luis Cordero, explicó como una de las consecuencias de la pandemia, la que afectó el normal desarrollo de los juicios orales y a la agenda judicial en general.
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El senador del Partido Socialista y presidente de la comisión de Justicia, Alfonso De Urresti, lamentó las lentas investigaciones que se han producido en el marco del estallido social, generando en algunos una sensación de injusticia.
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Los daños a la Iglesia San Francisco de Borja fueron profundos, considerando que la sacristía se quemó completamente, asimismo las oficinas parroquiales, la casa parroquial, casino del personal, dependencias del capellán jefe y el velatorio.