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Karina Oliva: "Cuando sea declarada inocente, muchas personas tendrán que pedir disculpas"

23 diciembre 2023 | 15:41

Karina Oliva, excandidata a gobernadora por la región Metropolitana, hoy formalizada por fraude de subvenciones junto a otros 11 exmilitantes de Comunes por irregularidades detectadas en su campaña electoral, insiste en su inocencia: "Mi rol era ser candidata, no ejercer un rol interno en la campaña".

La excandidata a gobernadora regional de la región Metropolitana, Karina Oliva, afirmó que cuando sea declarada inocente, muchas personas tendrán que pedirle disculpas. Aludió a sus pares políticos, quienes a —su juicio— no han respetado su presunción de inocencia.

La hoy formalizada por el delito de fraude junto a otros 11 exmilitantes de Comunes, se refirió al piso que le quitó el Presidente Gabriel Boric —quien en ese entonces era candidato al Ejecutivo— cuando se destaparon las irregularidades en la campaña de la otrora promesa del Frente Amplio.

Respecto a la retirada de apoyo del jefe de Estado, dijo a La Tercera que no lo entendió, pero lo aceptó. “Creo que no correspondía, en ningún momento me preguntó ni me escuchó. Creo que eso no se hace y optimistamente pienso que en el momento que sea declarada inocente, habrá muchas personas que tendrán que pedir disculpas como corresponde”, manifestó.

En esa línea, comentó que las mujeres de Apruebo Dignidad, tales como la alcaldesa Irací Hassler, y las hoy ministras Camila Vallejo y Antonia Orellana, también “desaparecieron” de su vida. “Tampoco me preguntaron”, cuestionó.

“A mí no se me ha respetado en términos políticos mi presunción de inocencia”, lanzó.

Por todo, señaló no sentirse parte del Frente Amplio, aunque sí cercana a nivel ideológico de “la izquierda latinoamericana”.

Actualmente, la Fiscalía Sur acusa al grupo de la emisión de boletas y facturas ideológicamente falsas en el marco de la campaña de Oliva, por servicios no prestados o con montos abultados. Según la acusación, buscaban disfrazar los gastos electorales para solicitar devoluciones improcedentes al Servicio Electoral (Servel), perjudicando al fisco.

En la primera vuelta, la defraudación habría superado los $293 millones; mientras que en segunda vuelta se habría intentado defraudar $110 millones.

“Mi rol era ser candidata, no ejercer un rol interno en la campaña”

Junto con recalcar su inocencia, Oliva arremetió contra el proceso que lleva el Ministerio Público en su contra. Esto, argumentando que existen “confusiones” e “impresiones” respecto a los periodos de la campaña y los roles que se desempeñaron en esta.

Además, apuntó a que su militancia no tenía más peso que otras, pese a que su expareja era el presidente del partido.

“Me parece una falta de respeto permanente que se me involucre en una relación que tuve hace 10 años. Mi liderazgo en el partido se basaba en mis características, no en la influencia de terceros ni en una relación que tuve con alguien”, indicó.

Y agregó: “Los partidos -además- resuelven sus definiciones en instancias que establece la ley, que son los consejos generales, que son colectivas y que participa el Servicio Electoral. No son instancias en que yo pueda hacer como un guiño de ojo y alguien se ordena. Los partidos están profundamente regulados”.

“Yo nunca fui parte de los equipos negociadores de los candidatos, nunca estuve en los Zoom de negociación. Nada de eso. Además, voy a ser bien honesta, cuando gané la primaria y le tomo el peso a ser candidata por la región Metropolitana comencé a posicionarme. Mi rol era ser candidata, no ejercer un rol interno en la campaña”, dijo. Con esto, se desligó de rendiciones de gastos o asuntos administrativos ligados a la instancia electoral.

Pecar de inexperiencia

Karina Oliva explicó que la segunda vuelta al cargo de gobernadora regional le generó una cuantiosa deuda. “Alrededor de los $ 191 millones, réstale los $ 86 millones. Eso es lo que debo a proveedores”, aseguró.

“Hoy día lo único que tenía como un bien inmueble es mi vehículo y está embargado”, puntualizó.

Negó haber tratado con proveedores y admitió que pecaron de inexperiencia. De no tener “la pericia de llevar un orden”. No obstante, considera que si hubiese estado 100% involucrada en cada aspecto del manejo de la campaña, “no podría haber sido la candidata que fui”. Así, acotó, rememora el episodio con “sentimientos encontrados”.