El Vaticano declaró culpable de abuso sexual, de poder y de conciencia al fallecido sacerdote Diego Ossa, quien fuera parte del círculo de hierro de Fernando Karadima.

Ossa fue condenado a cinco años de privación de todo oficio eclesiástico, lo que obviamente no se podrá llevar a cabo por ser posterior a su muerte, ocurrida el 3 de abril pasado.

Esto se declaró por las dos últimas denuncias en su contra, asegurando que en el caso de Óscar Osbén ya se decretaron medidas en 2013, que constó de cuatro años de suspensión.

Precisamente Óscar Osbén, una de las víctimas de Ossa, cuestionó la condena de la iglesia, considerando que se trata más bien de un lavado de imagen, con una pena baja para alguien que cometió abuso sexual.

El denunciante agregó que no fue notificado de ningún tipo de reparación por parte de la iglesia.