La Fiscalía Oriente solicitó reformalizar a los 12 carabineros que fueron imputados por el delito de tortura en contra de un manifestante en Plaza Ñuñoa, hechos ocurridos en octubre de 2019 en pleno toque de queda.

Los uniformados serán imputados por los delitos de obstrucción a la investigación y por falsificación de instrumento público. De acuerdo a los antecedentes de La Radio, los funcionarios habrían falsificado el parte policial de la detención.

La audiencia se realizará al mediodía del 3 de abril en el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago.

Ante esto, el defensor de Carabineros Mario Vargas, afirmó que el delito de falsificación de instrumento público no existe, y que la Fiscalía tenía estos antecedentes desde que los funcionarios fueron formalizados.

En tanto, el abogado de la víctima, Francisco Bustos, comentó que como querellante valoraron la decisión del Ministerio Público.

El hecho ocurrió un 21 de octubre, cuando Moisés Órdenes fue agredido por los uniformados de Fuerzas Especiales y toda la situación fue transmitida en vivo por televisión.

En las imágenes, se ve que Órdenes fue reducido con una patada por un policía mientras protestaba en medio de ellos. Aunque el hombre estaba en el suelo, los efectivos policiales continuaron golpéandolo en la vía pública.

Así, los 12 funcionarios que participaron del procedimiento fueron acusados del delito de tortura, aunque solo una parte de ellos golpeó a la persona, quien quedó con varias complicaciones, como un pulmón perforado e incluso resultó comprometida su visión.

En enero pasado, la justicia determinó sobreseer a siete de los formalizados, quienes serían los que no propinaron golpes a la víctima. No obstante, tras la apelación, la Corte de Apelaciones deberá resolverlo el próximo 17 de marzo.