Una serie de vuelos nacionales e internacionales han debido ser reprogramados o cancelados por la situación que ha estado afectando a varias ciudades del país.

En conversación con La Radio, Branko Karlezi, gerente de Comunicaciones de Nuevo Pudahuel, señaló que “han sido jornadas muy difíciles”.

Durante el primer día con toque de queda, Karlezi indicó que “tuvimos que decidir cómo mantener el aeropuerto funcionado, por lo que se determinó que las credenciales que ocupan los funcionarios sirvieran como salvoconductos”.

Sumado a esto, debieron mantener los estacionamientos abiertos y entregar salvoconductos para los taxistas. “En ese sentido, la operación propia del aeropuerto continuó funcionando”, explicó.

Además, reconoció que se registró la cancelación de vuelos porque varios funcionarios de las aerolíneas no pudieron llegar. “Empezó un efecto dominó donde los vuelos se empezaron a cancelar y eso ha creado que hayan muchas personas en el aeropuerto. La primera noche durmieron al menos cinco mil personas”.

“Tuvimos el aeropuerto absolutamente sobrepasado”, añadió

Sin embargo, aseguró que durante la segunda noche de toque de queda había más preparación y menos gente durmiendo al interior del Aeropuerto de Santiago. Dentro de las medidas que debieron adoptar, se encuentra la apertura de algunos locales, el refuerzo de la limpieza en baño y la entrega de frazadas, agua y alimentación.