Con protección policial quedó el gerente general de Azul Azul, Felipe de Pablo y su familia, luego que desconocidos atacaran la vivienda de los padres del dirigente, en la comuna de Puente Alto.

No hubo doble lectura en la directiva de Azul Azul tras enterarse de las circunstancias de este ataque que sufrió la vivienda de los padres del gerente general, no solo condenando lo ocurrido, sino que asegurando que hay una clara connotación delictual que pudo haber conllevado hasta un seguimiento a su familia en actos que, catalogaron, como de “mafia”.

El hecho ocurrió la noche del pasado martes en calle Tolpán cuando los agresores llegaron hasta el domicilio de los padres de Felipe de Pablo, donde tras realizar varios gritos, lanzaron piedras, destruyeron ventanales y el automóvil del dirigente de fútbol, todo esto acompañado de papeles con amenazas y una corona de flores que arrojaron al antejardín.

El propio dirigente de Azul Azul, Felipe de Pablo, analizó el grave incidente que tuvo en riesgo a su familia.

Carabineros recogió el testimonio de varios vecinos quienes fueron testigos de estas claras amenazas de muerte.

Desde la Fiscalía Metropolitana Sur, el vocero Roberto Contreras señaló que una de las hipótesis apunta a integrantes de la barra como los autores del ataque.

El presidente de Azul Azul, José Luis Navarrete, aseguró que quienes están detrás de esta acción son delincuentes que aparentan ser hinchas de la Universidad de Chile.

Una de las hipótesis sobre el móvil de estas amenazas, apunta a la decisión de la directiva de reservarse el derecho de admisión al estadio, a todos quienes mantengan causas pendientes en la justicia.