El hallazgo del cuerpo de Fernanda Maciel a 16 meses de su desaparición y en el mismo lugar que había sido periciado en al menos 6 oportunidades, desató manifestaciones de grupos feministas contra Fiscalía por la forma en que lleva adelante investigaciones donde las víctimas son mujeres. En una de esas protestas, un cartel en particular llamó la atención: “Mis violadores siguen impunes ¿Dónde están los juicios?”.

En junio, integrantes de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres llegaron hasta el edificio de Fiscalía en Santiago con imágenes de Nicole Saavedra, Daniela Reyes, Marta Bustos, Fernanda Maciel y Erica Hager, entre otras mujeres asesinadas, cuyas investigaciones tardaron años en establecer los responsables y otras en las que aún no hay detenidos ni culpables.

Dentro de las manifestantes también se encontraba Janneke Noorlag, bióloga que hasta 2015 fue estudiante de Magíster en Asentamientos Humanos y Medio Ambiente en la PUC, año en que abandonó los estudios por considerar la universidad un lugar hostil, ya que un compañero al que denunció por violación siguió asistiendo a clases con normalidad, sin que la casa de estudios tomara medidas mientras se investigaba el caso.

La exestudiante encaró en octubre de 2018 al rector Ignacio Sánchez por la falta de apoyo ante la denuncia, explicando las negligencias del plantel en estas materias, ya que no se trataría de un hecho aislado.

Denunciante acusa desidia de Fiscalía

A esto, se sumó lo que calificó como “desidia de Fiscalía, Carabineros y la PDI” en la indagatoria.

Si bien la denuncia fue interpuesta en octubre de 2015 contra dos acusados, su compañero y un hombre a quien no conocía con anterioridad, a la fecha aún no hay formalizados. De hecho, en agosto de 2018 Fiscalía comunicó la decisión de no perseverar en la causa, pese al desacuerdo de la víctima.

“Cuando escuché que llamaron a manifestarse por la desidia de Fiscalía en casos de violencia hacia la mujer, no dudé dos veces. Tenía que estar ahí como testimonio vivo. No vamos a parar los femicidios sin condenar otros tipos de violencia antes de llegar a su extremo”, sostuvo Janneke en contacto con BioBioChile.

Janneke relató un encuentro con el segundo fiscal en la causa donde a su parecer, quedó en evidencia que el persecutor desconocía el caso.

Llegó hasta las dependencias de Fiscalía a buscar una copia de la carpeta de investigación que había solicitado, la que finalmente fue negada. Ante eso, solicitó hablar con el persecutor a cargo de su causa, el que aseguraron que no se encontraba en su oficina. Ante su disposición de esperarlo hasta que llegara, la hicieron pasar a su oficina, donde siempre estuvo.

Fue evidente que nunca había leído ni la denuncia porque apuntó una foto en la carpeta y dijo ‘vamos a perseguir a este tipo’ y era una foto de mi marido, que aparece porque había hecho la denuncia”, relató.

En esa línea, indicó que cuando fue a interponer la denuncia en la PDI, debido a su estado de shock no la encontraron apta para prestar una declaración, por lo que fue su esposo quien relató los hechos. De esta forma la PDI lo identificó a él como denunciante y ni siquiera señaló que ella estaba presente en el cuartel.

En relación a esto, dijo Janneke, el tercer fiscal en la causa consideró a su pareja “como demasiado protagonista de mi caso, lo que no sería bueno para un posible juicio… En vez de ver el valor del apoyo que tengo a mi lado, solo se enfocan en una interpretación machista de un marido enojado que querría venganza”, acusó.

“No se puede hablar de investigación”

Además de un trato inadecuado con una denunciante de agresión sexual, una de los elementos más cuestionados por Janneke es la falta de diligencias en la investigación.

En la denuncia responsabilizó de la violación a su excompañero de estudios de magíster en la PUC y no pudo dar el nombre del segundo acusado, pues no lo conocía. Sin embargo, con la declaración del primero acusado se pudo conocer la identidad del otro involucrado, un antiguo compañero de Ingeniería Ambiental de la Usach.

Janneke denunció que el ataque sexual sucedió en el departamento de su excompañero, con quien había estado compartiendo antes junto a amigos en una fuente de soda. En su declaración, explica la denunciante, él dijo desconocer dónde durmió la mujer.

Esta versión, acusa Janneke, se contradice con la del segundo acusado, que señala que habría dormido en una cama nido, al lado de ellos.

La bióloga, que antes de los hechos además de estudiar trabajaba en la PUC, acusó a Carabineros de mentir en la información de una diligencia, “desprestigiando mi credibilidad como víctima, solo para no hacer la diligencia que se les pidió”.

Esto, porque ante la solicitud de Fiscalía de una fijación fotométrica y planimétrica del lugar, Carabineros remitió la diligencia porque, según su informe, el domicilio correspondía al de la víctima y no al del acusado.

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“Esto yo lo encuentro bastante grave porque están insinuando que yo cambié mi declaración, lo que no es verdad y perjudica mi investigación”, enfatizó la denunciante.

Por otro lado, acusó a la PDI de mentir “en su informe acerca citar a testigos míos que según ellos no concurrieron a declarar, mientras nunca fueron citadas“.

Decisión de no perseverar

Finalmente, tras 22 meses, Fiscalía tomó la Decisión de No Perseverar (DNP), quitando a la denunciante la posibilidad de llegar a un juicio.

“Para mí personalmente ese derecho es muy importante porque sé perfectamente que va a ser sumamente difícil ganar, pero para mi proceso de justicia y de recuperación es muy importante llegar a juicio y que ellos confronten la declarción, porque dar tu declaración en una oficina privada con un fiscal o un policía es muy distinto a estar en juicio y ahí decir frente a mí que no hiciste lo que hiciste”, explicó.

Fiscalía asegura que hechos fueron investigados

Según señalaron desde Fiscalía a BioBioChile, la denunciante no accedió a realizase exámenes sexológicos y toxicológicos, por lo que se tomó la DNP por no poder acreditar los hechos.

Esto es desmentido por Janneke, quien asegura que Fiscalía nunca pidió tales exámenes.

“Nunca un fiscal me dijo eso ni sé a qué se refieren exactamente. ¿Quieren decir que si la víctima no va el mismo día a denunciar y realizar los exámenes sexo y toxicológicos, pierde toda oportunidad de justicia? ¿Entonces si una no llega con el esperma en la vagina no puedes probar que fuiste violada?“, cuestionó.

Otra irregularidad que Janneke encontró en el proceso, es que en la audiencia donde Fiscalía comunica la DNP ambos acusados aparecen como NN, pese a conocerse las identidades.

Esto, explica, incluso llamó la atención de la jueza, quien no entendía como un supuesto “no identificado” podía tener un defensor privado, como ocurrió en este caso.

Si bien desde la Fiscalía Oriente indicaron que el caso fue investigado con múltiples diligencias por tres años, este punto es cuestionado por Janneke, quien enfatiza en que “juntar diligencias pedidas por la parte querellante en una carpeta y guardarla no es investigar”.

“Soy una mujer más que no recibe justicia. Un caso más archivado sin investigar, dos violadores más que siguen impunes y pueden seguir dañando otras mujeres”, concluyó.