Este sábado se dio a conocer la renuncia de la mesa completa de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago (Feusach).

A través de un comunicado las integrantes que quedaban de la directiva, la presidenta Constanza Urtubia, la vicepresidenta Fernanda Álvarez y la secretaria de finanzas, Karin Escobar; dieron a conocer la decisión luego que ayer se conociera la renuncia de Jessica Bustos y Valentina Carrera, secretaría Ejecutiva y de Comunicaciones respectivamente.

Las ahora exrepresentantes del estudiantado explicaron que su renuncia se da justamente tras la declaración pública de Bustos y Carrera, donde “se interpeló directamente a nuestra institución de representación estudiantil, en base a argumentos de transparencia y probidad“.

Así, punto por punto, respondieron a los cuestionamientos surgidos bajo su administración, como la contratación a honorarios de Gabriel Iturra como “apoyo a la Federación en temas comunicacionales” y un viaje a un congreso de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (OCLAE) en Bolivia, entre otros temas.

En el comunicado advirtieron que más allá de diferencias políticas, el problema responde a las formas de relacionarse, advirtiendo “niveles de violencia desconcertantes”.

“Independiente de las críticas que se pueden tener como trabajo y proyecto político (…) nos parece problemático las formas naturalizadas que tenemos para relacionarnos políticamente en espacios de disputa. Presenciamos niveles de violencia desconcertantes, en particular si recordamos que el año pasado fuimos protagonistas de una movilización histórica con el feminismo como estandarte, posicionando la dignidad y la necesidad de un nuevo sistema de relaciones como norte”, explicaron.

En esa línea, manifestaron la complejo que resultó ser que “dentro de la efervescencia que significó la discusión (de la renuncia de Bustos y Carrera), se haya invisibilizado la denuncia de una compañera hacia un asistente del ampliado y que se haya difamado a un funcionario de la Feusach”.

Las estudiantes advirtieron que esta situación habría derivado incluso en una crisis de pánico por parte de una integrante de la mesa.

Por esto, señalaron que “entendiendo que nuestro bienestar emocional y mental como mujeres y compañeras está primero, es que presentamos la renuncia a nuestra labor de representación estudiantil como Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago”.

“Estamos dispuestas a contribuir en lo que sea necesario para la reconstrucción de la orgánica estudiantil, responsabilizarnos de los errores, así como también ayudar a levantar los proyectos que ya habían sido iniciados. Asimismo, presentaremos todos los documentos para darle cierre a nuestro período, realizando una cuenta pública de los elementos políticos, logísticos y financieros”, finalizaron.