Un insólito hecho ocurrió esta mañana en el Terminal de Buses Estación Central en la capital, luego que un conductor huyera de un control que se realizaba en el lugar.

La situación se dio en medio de una fiscalización realizada por personal del Ministerio de Transportes, un tradicional operativo ante el fin de semana largo donde se prevé que miles de personas dejen la región Metropolitana.

Los controles se desarrollaban de forma normal hasta que le llegó el turno a un conductor de un bus de la empresa Nilahue con destino a Pichilemu.

Al ver la presencia de los inspectores, el hombre simplemente huyó, dejando a la máquina y a los pasajeros en el andén. Según informó el Programa Nacional de Fiscalización de Transportes, el chofer estaba bajo la influencia del alcohol.

La jefa de dicho programa, Paula Flores, indicó que se cursó una multa empadronada al propietario del vehículo, que es el mismo conductor, exponiéndose a una multa de $70 mil y a la cancelación de la empresa Nilahue, responsable del servicio.

Flores agregó que los pasajeros debieron continuar su viaje en otra máquina de la misma compañía, para poder requisar el vehículo.