Cuando en noviembre aterrizó en Chile el avión que trajo de regreso a un centenar de chilenos que vivían en Venezuela y que no tenían medios para volver, llamó la atención uno de sus pasajeros.

Se trató de Misifus, el único animal del vuelo. Un gato que además captó las miradas por su vestimenta y que según señalaron desde su familia, presta soporte emocional a una de sus integrantes.

Tras llegar a Santiago viajaron a La Serena, donde comenzaron a vivir en un departamento ubicado en Av. Los Libertadores, según consignó La Tercera.

De acuerdo a lo relatado por Rafael Guedes, su humano, el felino estaba estresado por lo reducido del espacio y se extravió el 14 de diciembre tras lanzarse del segundo piso.

“Ha generado mucha tristeza en mi esposa y mi hija. Les ha costado superarlo”, señaló, sin descartar más adelante ofrecer una recompensa para intentar dar con su paradero.