Un hombre de 58 años falleció ayer luego de que dos sujetos irrumpieran en su hogar y le dispararan por defender a su familia en San Bernardo. El padre de familia era fanático de los caballos, y llevaba una vida de esfuerzo en La Vega.
Durante la madrugada del jueves, 20 minutos antes de que Marcelo Arenas Cáceres se dirigiera a La Vega a vender duraznos como lo hacía todas las mañanas, escuchó algunos ruidos sospechosos en su casa obligándolo a revisar si su familia estaba bien.
El hecho se logró concretar luego de que el hijo menor de la víctima saliera de la casa para corroborar un corte de luz que se habría producido en la zona.
En ese momento dos encapuchados atacaron al menor de 12 años llevándolo al interior de la vivienda donde estaba toda su familia, con la intención de sustraer pertenencias de su hogar.
El padre de familia defendió a su esposa y a sus cuatro hijos, pero los sujetos que no han sido identificados, le propinaron cinco disparos con un arma de fuego lo cual le causó la muerte.
Fanático de los caballos corraleros
El hombre de 58 años tenía una gran afición por la vida ecuestre a pesar de que primeramente le tenía miedo a los caballos, según consignó La Segunda.
Fue ahí cuando Arenas comenzó a adquirir caballos corraleros, siendo su favorito Cautivo Segundo, al cual llevaba a la medialuna “Los Valientes de Nos” de San Bernardo. Según cuenta Sergio Figueroa, su amigo desde hace 30 años “Cada vez que había un rodeo, Marcelo estaba ahí”.
“Era el regalón de La Vega”
Por otro lado, Marcelo empezó a trabajar a los 15 años comprando fruta en Lo Valledor para luego venderla en la feria libre de San Bernardo, donde los inspectores le confiscaban su mercadería ya que no tenía los permisos adecuados.
Miguel Ángel Urrutia, amigo de la víctima y trabajador de La Vega, afirmó que “mi jefe era el regalón de La Vega, porque cada vez que llegaba al puesto, se repletaba de compañía hasta el momento que se iba”.
Este sábado sus restos serán trasladados en un carruaje rumbo a la medialuna de Nos, donde se realizará su funeral.
