El sacerdote Mariano Puga cumplió un ciclo en Villa Francia y ofició este domingo su última misa en la capilla Cristo Liberador de Estación Central.

Puga -según se lo había comunicado hace meses a su comunidad- dejará incluso el país para iniciar un viaje a Filipinas y Francia.

Su ruta comenzará el 8 de enero y en ella visitará amigos, a la congregación de Hermanitos de Foucauld y posiblemente realice un retiro en algún monasterio. En conversación con BioBioChile, miembros de la comunidad de Cristo Liberador, señalaron que desconocen los motivos que llevaron a Puga a tomar esta decisión.

El conocido como “cura obrero”, ingresó este domingo a la capilla con su característico acordeón blanco, según consignó La Tercera. En el lugar incluso lo fueron a despedir personas de Ñuñoa, Pedro Aguirre Cerda, Las Condes, Vitacura, Punta Arenas y Francia.

Junto a Puga además estaba el sacerdote Sergio Torres, quien será uno de quienes deberá acompañar a la comunidad cuando el sacerdote no esté.

“Esta Iglesia no crece, va de 80% a 52% (de adhesión), porque ha perdido la capacidad de contagiar. Y acá no les echemos solo la culpa a los curas pedófilos o a los obispos que silencian. Nosotros hemos perdido también. Fíjense en sus familias, fíjense en sus vecinos, ¿a quiénes contagiamos?”, reflexionó Puga en su última misa.

María Angélica Ponce, quien participa en la comunidad hace 30 años, comentó que “esta pasada de Mariano de cuatro años por acá ha sido muy positiva, nos ha permitido retomar el Evangelio y hacerlo muy carne en la sociedad de hoy”.

Se prevé que Puga regrese a Chile en Semana Santa para celebrar los 60 años de su sacerdocio. Sin embargo, desde la comunidad no saben si el “cura obrero” volverá a Villa Francia, seguirá en otro lugar o se retirará en la casa del clero. Cuando fue consultado desde La Tercera sobre qué hará en el futuro, respondió que “eso sólo lo sabe Dios”.