La Justicia condenó a 10 años de cárcel a un hombre que fue hallado culpable de matar a un joven de 18 años en una discoteca en mayo de 2015.

Se trata de Jordano Patricio Farías Soto (22), que de acuerdo a lo que logró acreditar la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, esa esa jornada se encontraba premunido de un arma de fuego, en el frontis de la discoteca “K-OZ”.

En ese instante el imputado efectuó disparos en contra de Sebastián Sánchez Sánchez (18), provocándole una herida por proyectil en el tórax anterior, sin salida, falleciendo en el lugar.

En el alegato de clausura el fiscal expuso que el hecho se desencadenó por una pelea que se produjo en el baño del local nocturno, en la que intervino la víctima con un amigo, contra otras personas.

El persecutor detalló además que los guardias sacaron a estos últimos al exterior del recinto, quedando adentro el joven afectado, quien más tarde salió junto a otro amigo y en ese momento fue cuando se produjo una segunda pelea donde el imputado realizó el disparo.