Paulina, la mujer que el domingo debió ser bajada desde un árbol por Bomberos tras intentar rescatar a la gata de su madre, explicó los intentos que tuvo antes de decidir escalar en búsqueda de Mandy.

“Decidí subirme porque pensé que la gata se iba a morir. Ya llevaba dos días y medio arriba, la veía jadear y llorar”, dijo Paulina Cuevas en conversación con LUN.

Mandy, una gata de cuatro años, es la mascota de su madre de 82, quien el viernes la llamó angustiada porque lloraba desde la copa del árbol de seis metros.

El primer intento fallido de Paulina fue intentar bajarla con un palo para limpiar piscinas. Tras fracasar, fue a Bomberos a pedir ayuda, donde le dijeron que no podían hacer nada sin una autorización previa de Carabineros, explicación la hizo llegar hasta una comisaría.

Allí le enumeraron todos los procedimientos con que se encontraban en ese momento, que incluía un “un asalto, un portonazo y un muerto”.

“La hija de la señora dueña de la gata desesperada intentó subirse por sus propios medios y a los cinco metros de altura quedó atrapada, porque las ramas comenzaron a romperse. Le dio miedo subir y ya no podía bajar”, dijo el capitán Pablo Delannoy, de la 15º compañía del Cuerpo de Bomberos de Santiago.

Con una escalera de seis metros lograron rescatar a Paulina, a quien un bombero que debió cortar ramas le indicó dónde pisar.

La gata no tuvo tanta suerte. Los bomberos debieron cortar la rama del árbol en la que se encontraba Mandy. “La idea era bajarla lentamente, pero la rama se desprendió y cayó en una piscina con gata y todo“. dijo Paulina.