La Asociación Chilena de Municipalidades lamentó que el nuevo límite de velocidad deba ser costeado por los municipios.

“Esta es una noticia que tiene de dulce y agraz”, señaló el alcalde de La Granja, Felipe Delpín, quien en su calidad de presidente de la Asociación Chilena de Municipalidades se refirió al nuevo límite de velocidad máxima para zonas urbanas que comenzó a regir durante el fin de semana.

Con esta nueva ley, que entró en vigencia el sábado, se bajó de 60 a 50 kilómetros por hora la velocidad permitida en las zonas urbanas, salvo en los tramos en que la señalética indique lo contrario.

La iniciativa ya cuenta con más de 170 personas multadas en sólo dos días desde que comenzó a operar esta normativa.

El alcalde de La Granja lamentó que el costo de implementación de esta nueva ley deba ser pagado por las municipalidades, ya que deberán modificar las señaléticas de tránsito que tienen en las comunas.

“Los municipios tendremos que cumplir con el cambio de las señaléticas, porque si no lo hacemos puede haber demanda para los municipios, es lamentable sí que tengamos que hacernos cargo de una iniciativa del Gobierno”, indicó Delpín.

La autoridad comunal además señaló que “es fácil promulgar una ley y traspasarles la responsabilidad a otras entidades sin considerar el gasto de recursos. Los municipios tendrán que echar mano a sus recursos, reajustar las platas, quitar presupuesto a otros proyectos o programas que se están llevando a cabo”.