En noviembre la Contraloría aprobó el decreto que permite la restricción permanente de vehículos catalíticos, medida que podrá ser implementada a partir de mayo de este año.
Sin embargo, el Gobierno anunció que previo a eso realizará “una especie de marcha blanca”, en palabras de la propia ministra de Transportes, Gloria Hutt, argumentando que la metodología de medición y control aún no está definida.
La idea que tiene el Ejecutivo es realizar algunas pruebas en días y sectores de Santiago anunciados anticipadamente y previo al mes mayo.
Esta restricción afectaría solo a aquellos vehículos catalíticos fabricados antes de septiembre de 2011. Se trataría de un millón 96 mil autos con sello verde, lo que representa un 61 por ciento del parque automotriz de catalíticos.
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El gerente de Movilidad y Politicas públicas del Automóvil Club de Chile, Alberto Escobar, comentó que la medida ayudará a disminuir la congestión vehicular y la congestión ambiental.
La presidenta de la Comisión de Transportes de la Asociación Chilena de Municipalidades, la alcaldesa de Peñalolén, Carolina Leitao, cuestionó la medida y la calificó como una “solución parche”.
Algunos automovilistas se sumaron a esta opinión y otros valoraron que se trabaje en disminuir la contaminación que se produce en la cuenca de Santiago durante el invierno.
La restricción se aplicaría a dos dígitos por día, aumentando a cuatro en episodios de emergencia. Así, cada vehículo estaría impedido de circular al menos 16 días, entre el 1 de mayo y el 31 de agosto.
