La Policía de Investigaciones, a través de la Brigada Investigadora de Delitos contra el Medio Ambiente y Patrimonio Cultural (Bidema), inició los peritajes para establecer las responsabilidades por el daño a una escultura en el frontis del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), esto en medio de las labores post Fórmula E.
La indagación incluirá la revisión de cámaras de seguridad y también la toma de declaración a los posibles testigos del hecho que provocó el deterioro de la réplica de la obra “Unidos en la gloria y en la muerte” de la chilena Rebeca Matte.
A esto se suma que la Municipalidad de Santiago anunció la realización de un catastro para ver la totalidad de los daños que pudo haber dejado el paso de la competencia.
Hasta esta mañana la escultura continuaba tapada a la espera de la evaluación del daño total y el análisis de cómo se costearán los cerca de $60 millones que costaría su reparación.
El director del MNBA, Roberto Farriol, insistió en que hubo un error de logística para desmontar los accesorios a la construcción de la pista de pista. Esto, porque lo primero que se hizo una vez terminada la carrera fue desarmar el sistema de seguridad del museo.
Desde el municipio anunciaron un catastro acabo sobre el Parque Forestal y sus alrededores, resultados que se podrían conocer esta tarde.
La directora de espacios públicos de la municipalidad, Bernardita Lorenzini, sostuvo que se harán parte de las acciones legales que se tomen e insistió que el trazado fue impuesto por los organizadores, descartando que el dinero que recibió el municipio lo haya llevado a no presentar mayor oposición.
Vecinos del sector que llegaron a manifestarse en contra del daño a la ecultura lamentaron que no haya autoridades evaluando sus cotos y que deban ser ellos los únicos que velen por el cuidado del patrimonio.
El coordinador local del evento deportivo, Manuel Paredes, indicó que se activarán los seguros internos para concretar el pago de los coros de la reparación.
Hasta este viernes se mantendrían los últimos desvíos que quedan en la capital tras el polémico paso de la Fórmula E.
