A sólo días de las celebraciones por Año Nuevo, Carabineros ha intensificado los controles en determinados barrios comerciales, enfocados en retirar de circulación los fuegos de artificio que son tradicionalmente comercializados durante estas fechas.

Mediante el monitoreo de cámaras de vigilancia en el sector comercial del barrio Meiggs, los uniformados se percataron que habían seis personas que realizaban la venta de fuegos artificiales en plena vía pública.

Motivo por el que efectivos en patrullajes preventivos los sorprendieron e incautaron cerca de 700 fuegos de artificio.

El capitán de Carabineros, Ricardo Lauga, comentó que “aquí los peligros son más que nada por el mero hecho de cursarse una infracción hacia la persona, tanto el vendedor como el comprador. Aquí hay un peligro real hacia la salud de las personas”.

Carabineros cursó una infracción a dos mujeres y cuatro hombres que estaban vendiendo estos productos, como también a una persona que momentos antes había comprado estos elementos prohibidos en la Ley de Control de Armas y Explosivos.

Se exponen a multas que van desde los $400 mil hasta los $2 millones y medio.