Respaldo transversal hubo en el Congreso a la labor del fiscal Marcos Emilfork en la investigación por las muertes ocurridas al interior de centros del Servicio Nacional de Menores (Sename).

Específicamente, en el marco de la indagación por la muerte de Lissette Villa, luego que se conociera una reunión que tuvo la exministra de Justicia, Javiera Blanco, y el exdirector del Servicio Médico Legal (SML), Patricio Bustos.

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Fiscalía investiga si en dicha cita se exhibió el informe sobre las causas del fallecimiento de la niña, por lo que podría constituirse el delito de revelación de secreto.

El diputado René Saffirio (independiente exDC) señaló que debe aclararse si Bustos vulneró o no el deber de secreto respecto de la autopsia de la menor y establecer si hubo delito.

A su vez, su par Gustavo Hasbún (UDI) acusó que la presidenta Michelle Bachelet es cómplice pasivo de Blanco por su labor al frente del Ministerio de Justicia, del cual depende el Sename, y por mantenerla como “una protegida”.

La Tercera entregó parte de la declaración como testigo que entregó Javiera Blanco en esta indagación, donde señaló que Bustos no le mostró la ficha clínica.