Cansados de las extensas jornadas y las deficientes condiciones laborales, los funcionarios del Departamento de Extranjería de la Región Metropolitana amenazaron con paralizar sus funciones.

Es que cerca de 4.500 extranjeros concurren diariamente hasta las dos oficinas de Extranjería del Gran Santiago, para regularizar su situación y obtener documentación.

Joaquín Videla, dirigente de la Asociación de Funcionarios de la Subsecretaría de Interior, denunció agresiones, malos tratos, estrés y enfermedades derivadas del trabajo excesivo, parte de las consecuencias de la obligación de atender a cada uno de los inmigrantes que obtienen un número de atención.

El viernes personal de la Subsecretaría de Interior concurrió hasta la oficina de Extranjería en San Antonio 580, para lograr un entendimiento y evitar el paro.

En tanto, para este lunes quedó pactada la entrega del petitorio realizado por los funcionarios de Extranjería. El Gobierno se comprometió a responder en un plazo de quince días, en los que determinarán la forma de evitar una paralización del servicio.