El cardenal Ricardo Ezzati catalogó como “injusta” una demanda interpuesta contra el arzobispado de Santiago por un presunto abuso sexual a un hombre por parte de un sacerdote que murió de SIDA.

La demanda civil pide una indemnización de 50 millones de pesos por hechos que habrían ocurrido en el verano de 2005 cuando, el afectado de iniciales O. M . M. fue invitado por el sacerdote Víctor Calderón Soriano, quién según el líbelo, lo invitó a tomar alcohol, siendo drogado y luego violado.

Ezzati aseguró que este recurso no corresponde porque es un religioso de otra congregación y en otra región en la que no tiene jurisdicción el arzobispado de Santiago.

El religioso pertenecía a la Congregación Mercedaria, una orden autónoma, que se habría comprometido con el afectado a pagarle una pensión vitalicia a cambio de su silencio.

No obstante, el afectado hizo pública esta demanda en la que asegura que adquirió la enfermedad de transmisión sexual, Sifilis, que habría tenido el sacerdote Calderón Soriano -además de SIDA- que le habría propinado la muerte a este religioso en 2012.

La Congregación Mercedaria sostuvo que no han sido notificados de esta acción legal, por lo que esperarán a “contar con todos los antecedentes de la demanda en cuestión para poder así responder”.