Un hombre fue erróneamente condenado por el delito de robo con intimidación después que su primo, quien realmente cometió el ilícito, se hiciera pasar por él durante todo el proceso judicial.

El hecho se produjo el 22 de noviembre de 2011 en la capital, cuando el verdadero autor del delito, Rodrigo Dinamarca Ortiz junto a otro sujeto se subieron a un taxi y durante el trayecto asaltaron al conductor, amenazándolo con un arma blanca para robarle un celular y 40 mil pesos.

Tras la denuncia de la víctima, Rodrigo Dinamarca fue detenido y a la hora de identificarse, decidió usar los datos de su primo, Miguel González Dinamarca, quien no cuenta con antecedentes.

Durante el control de detención y la audiencia de juicio abreviado, el sujeto siguió usando la identidad de su pariente, con quien tiene un parecido físico y casi la misma edad.

Tras conocer la situación, el supuesto condenado presentó un recurso de revisión a la Corte Suprema, con el objetivo de anular la sentencia en su contra.

En fallo unánime, la Segunda Sala del máximo tribunal acogió el recurso de revisión presentado por Miguel González Dinamarca en contra de la sentencia dictada en procedimiento abreviado y que lo condenó a la pena de 3 años y dejó invalido el fallo.

En la resolución se establece que “este tribunal ha llegado a la convicción que Miguel Ángel González Dinamarca no es responsable de los cargos formulados en su contra, en calidad de autor del delito de robo con intimidación, por el que fue sancionado”. Para llegar a tal conclusión se realizaron peritajes de voz y dactilográficos.

Asimismo el fallo reconoce que “la condena que se le impuso al recurrente fue motivada por una inadecuada determinación de la identidad de la persona a quien correspondía hacer responsable de los hechos a que ella se refería, cuestión que importa un error grave toda vez que no se tomaron las medidas mínimas para cerciorarse de la identidad del sujeto que era objeto de sentencia condenatoria”.