Dos cortes masivos en 2013 y otro en 2016 -además del de este fin de semana- son los principales eventos que ha debido enfrentar Aguas Andinas y que han dejado a millones de personas sin agua potable en la capital.

“El fenómeno que hemos vivido ha sido muy fuerte, todos hemos visto el grave impacto del cambio climático”, dijo este lunes el gerente corporativo de Servicio al Cliente de Aguas Andinas, Eugenio Rodríguez.

Ya en 2013, el 22 de enero y posteriormente el 9 y 10 de febrero, los megacortes afectaron a un total de 800 mil clientes, por lo que la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) multó a la empresa con 1650 UTM, es decir, unos 797 millones de pesos.

Ambos se registraron por un aumento en la turbiedad del agua, lo que ha llevó a la empresa a aumentar en un 25% su capacidad de reserva con trabajos que finalizaron en 2014. Sin embargo, un episodio ocurrido el año pasado, confirmó que las obras, que implicaron un aumento en la cuenta del agua, no fueron suficientes.

El sábado 16 y el lunes 18 de abril de 2016, nuevos cortes dejaron sin agua a 1 millón 42 mil hogares, lo que implicó una multa de 450 millones de pesos por parte de la SISS.

Así, el episodio de este fin de semana se suma a una lista de emergencias que no son novedad en la región Metropolitana y que buscan ser enfrentadas con obras que estarían disponibles no antes de 2019.

Desde la empresa indicaron que se trata de obras con un costo de 90 millones de dólares, que implican la construcción de 6 estanques de hormigón con capacidad para 1,5 millones de metros cúbicos.

¿Por qué no antes? La empresa indicó que se trata de obras de ingeniería complejas que deben contar con todas las aprobaciones del Servicio de Evaluación Ambiental, lo que ya se encontraría en trámite.