Luego de que Cristián Maldonado asaltara un ServiEstado en Providencia, el ingeniero se excusó de los hechos argumentando una situación económica compleja, así como la falta de trabajo. Sin embargo, estas aseveraciones fueros desestimadas.

Lo anterior se debe a la confirmación de un trabajo estable de Maldonado, en el que tenía contrato indefinido. Asimismo, se pudo conocer que era una persona cercana al catolicismo y que participó como monitor de confirmación.

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Omar Pizarro, abogado que tomó la defensa del ingeniero, aseguró a La Segunda que “no estamos en presencia de un delincuente ni de un profesional del delito“, pues el robo fue muy absurdo y hasta un niño lo habría planificado mejor.

Hace 10 años que ambos se conocen, pues Maldonado participó en la pastoral de la Iglesia Católica de Santiago junto a una hija del abogado y es por eso que declaró que “estoy seguro que su perfil no se condice con quien cometió este delito”.

Según declaraciones de Pizarro, la familia habría asegurado que el titulado de la Universidad de Chile está cursando un cuadro depresivo y que el robo habría sido una reacción al estrés que vivía.

“Esto es lamentable porque le generará prejuicios para el resto de su vida“, indicó el abogado, quien también informó que su defendido se encuentra con apoyo psicológico dentro del penal Santiago I, donde está cumpliendo prisión preventiva mientras dure la investigación.

Como ayuda para la defensa, agregó que se le pidió a los sacerdotes cercanos y que trabajaron con Maldonado para que presten declaración a su favor con la intención de revisar las medidas cautelares y que este pueda cumplir plena remitida y acceder a un juicio abreviado.