El pasado diciembre se dio a conocer un nuevo caso de discriminación en un edificio de Ñuñoa, en donde por reglamento se prohibía que los trabajadores de los residentes y sus familiares usaran la piscina, hecho que llegó hasta la justicia.
María Gabriela Rubio, quien vive en dicho recinto, interpuso un recurso de protección para lograr modificar las normas, luego que el conserje notificara a su asesora del hogar que ni ella ni su hija podían disfrutar de las dependencias.
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Sin embargo, se informó que la Corte de Apelaciones de Santiago rechazó este recurso en un fallo dividido por dos votos a favor y uno en contra, por considerar que la acción cautelar es inoportuna.
Es así que declararon que “es posible arribar a la conclusión de que las medidas que el recurrente individualiza para tutelar el derecho presuntamente afectado se han visto cumplidas por la comunidad de manera íntegra“.
Lo anterior se respaldaría en conversaciones que Rubio ha mantenido con los demás vecinos y administración del edificio para lograr un acuerdo en el cambio de reglamento, el que hasta el día de hoy no se habría modificado.
En ese sentido, la Corte aseguró que no existen medidas que ellos puedan adoptar sobre el caso, “considerándose así que el recurso en estudio ha perdido oportunidad y por ello no podrá prosperar”, explicaron.
