La implementación de la Ley de Inclusión en la educación, la que prohíbe la selección de sus alumnos, está complicando al Instituto Nacional, liceo históricamente emblemático y el que estaría quedando fuera de la categoría de “alta exigencia”.

Ser establecimiento de “alta exigencia” permitirá que puedan seleccionar al 30% de sus alumnos para el curso más bajo, beneficio que comenzará a regir desde el 2022 en la región Metropolitana.

Lo anterior responde a las excepciones que presenta dicha ley, la que señala que para adoptar la categoría la institución debe tener 30 años de trayectoria, estar entre el 20% de los resultados de mediciones nacionales y tener el doble de postulantes que los cupos vacantes.

Este último sería la piedra de topa del liceo y así lo confirmó La Tercera en su edición impresa, en donde consignó que la admisión 2017 seleccionó a 703 alumnos de 1.036 postulantes, señalando que los cupos declarados en agosto del pasado año fueron 600.

Al mismo medio, el presidente del Centro de Alumnos, Mario Benavides, explicó que la medición no es igual para el Instituto Nacional, el que ofrece 700 cupos, que para otros colegios que entregan 50 o 60 vacantes.

Pero también hizo un meca culpa e indicó que antes “teníamos cerca de dos mil postulantes para las mismas vacantes. Pero por causas conocidas, como las tomas y el ranking de notas, eso ha tenido una merma”.

Los requerimientos de la Ley de Inclusión también estarían afectado a los liceos Bicentenario, pues muchos de ellos no cuentan con los años de historia requeridos, por lo que no podrían adoptar la alta exigencia.

Ante esto, la ministra de Educación (s), María Isabel Díaz, explicó que serían pocos los establecimientos que quedarían fuera y que están revisando el impacto para tenerlo en los próximos días, pero aclaró que los colegios Bicentenario “van a continuar sus proyectos de alta exigencia, pero sin seleccionar”.