Disminuir la emisión de contaminación de material particulado 2,5 en un 60% es lo que pretende el nuevo Plan de Descontaminación de Santiago, por lo que el Transantiago viene hacer un punto de control importante para reducir el esmog.

Por esto, se exigirá que todos los buses nuevos del transporte público que se incorporen desde el 2019 en adelante deberán contar con la norma de emisión Euro VI. Según informó El Mercurio, se proyectaba que para el 2023 se renovaría toda la flota con nueva tecnología lo que permitiría disminuir en un 30% las emisiones, sin embargo un estudio realizado por la consultora Geasur pone en duda que esto ocurra.

Esto porque cerca de 3 mil de los 6.461 buses que tiene Transantiago actualmente fueron comprados hace menos de 5 años, por lo que “aún quedan más de cinco años para amortizar la inversión de haberlos comprado”, señaló el estudio.

Esto significa, según consigno el diario, que sólo en 2027 se renovarán los buses del Transantiago.

En tanto, el ministro de Transportes, Andrés Gómez-Lobo determinó que “en diez años, uno esperaría que la flota sea Euro VI o superior, pero también hay que considerar que los buses del transporte público representan 7% de las emisiones de las fuentes móviles.

Por su parte, el subsecretario de Medio Ambiente, Marcelo Mena, indicó que se realizarán controles de emisión para los buses que hoy circulan y se espera que se implementen nuevas tecnologías que permitan que los buses más viejos no contaminen tanto.