Hace un par de semanas, Metro anunció los ganadores del concurso “Música a un metro“, quienes se ganaron la posibilidad de tocar sus instrumentos en distintas estaciones del tren subterráneo.

Pese a este plan de control, son al menos mil los músicos que siguen tocando en los trenes del Metro. “Llegan y prenden el amplificador y cantan música que, al menos a mi me carga. (El viaje) Se ha vuelto insoportable”, dice Claudia al diario El Mercurio, que viaja entre Universidad de Chile y Manuel Montt.

Según detalla la publicación, los 60 ganadores del concurso impulsado por la estatal comenzaron a tocar en lugares autorizados en las estaciones del Metro. Cuatro de ellos, ya se han retirado.

La gerenta de asuntos corporativos y de sostenibilidad de Metro, María Irene Soto, explicó que “el plan que tenemos implementado es permanente y operacionalmente más intenso en algunas semanas que en otras. Es muy relevante lo que el pasajero haga. Si no hubiese un incentivo económico, no tendríamos músicos dentro del tren. Ellos suben porque hay un incentivo, que es la entrega de dinero”.

La gente no busca comprar en el metro, sino trasladarse. Es un transporte que además en hora punta está aumentando en términos de densidad. A eso se agrega que el comercio ambulante y los músicos no generan valor a la experiencia de los pasajeros. Y hay además un tema de seguridad, porque es muy distinto subirse con una mochila que con un bajo o una guitarra”, añadió la ejecutiva.

Por su parte, Anjélica Tarifeño, representante de los músicos que actúan en los trenes, acusó una persecución por parte de la empresa. “Hemos tenido compañeros presos, y la gente nos apoya, el 90% apoya. Y para no molestar hemos tomado la iniciativa de preguntar si a alguien le molesta y ahí nos bajamos”, dijo.