El ministro del Medio Ambiente, Pablo Badenier, en conjunto con el intendente de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, y representantes del Consejo Regional de Santiago, presentaron un nuevo proyecto de gestión de residuos por $4 mil millones para la región, el que deberá ejecutarse en un plazo máximo de dos años.

La iniciativa pretende instalar 20 puntos limpios en 16 comunas, para aumentar la tasa de reciclaje de la Región Metropolitana, consolidando estos proyectos comunales de reciclaje existentes.

Asimismo, la apuesta contribuirá en alcanzar la meta impuesta por la nueva Ley de Reciclaje con el objetivo de incrementar de un 10% a un 30% la tasa de reciclaje de residuos domiciliarios en Chile.

Las 16 comunas en que se instalarán estos nuevos puntos limpios representan un 45,7% de la población de la Región Metropolitana., mientras que el proyecto beneficiará directamente a una población de 233.460 personas, equivalente al 2,3% del total regional.

Badenier señaló a través de un comunicado que “según la Encuesta Nacional del Medio Ambiente que realiza cada año el Ministerio del Medio Ambiente, un 38% de las personas no recicla porque argumentan que no hay donde reciclar. Este proyecto ciertamente ayudará a suplir esas falencias e incrementar las tasas de reciclaje”, aseveró.

Proyecto

El proyecto presentado durante esta jornada por las autoridades consta de tres ejes principales.

En primer lugar, se relacionarán con la construcción de una red de puntos limpios en la Región Metropolitana, lo que beneficiará a las comunas de Calera de Tango, Cerrillos, Colina, Estación Central, Independencia, Isla de Maipo, La Florida, La Granja, Maipú, Melipilla, Pedro Aguirre Cerda, Peñalolén, Puente Alto, Quilicura, Quinta Normal y Santiago.

Asimismo, e construirán tres tipos de instalaciones de 240 m2, 400 m2 y 1.000 m2 para el reciclaje de materiales como papel y cartón, vidrios, plásticos, metales y envases de cartón (tetra), entre otros.

También, estarán habilitados para la recepción y acumulación selectiva de residuos reciclables preclasificados por la ciudadanía para su posterior envío hacia empresas de valorización autorizadas, los cuales podrán ser operados por un reciclador base, personal municipal o empresas externas.

Estas instalaciones cumplirán además un rol de educación ambiental, toda vez que se trata de infraestructura que acerca a la ciudadanía a la práctica del reciclaje.

En segundo lugar, se realizará un estudio diagnóstico de modelos de recolección segregada, a través del retiro “casa a casa” de residuos previamente separados por los vecinos para su reciclaje, en un total de mil viviendas de la Región Metropolitana y a través de tres proyectos piloto: uno en 500 viviendas urbanas -250 casas del grupo socioeconómico ABC1 y 250 casas del grupo C3- en cualquiera de las 32 comunas de la capital, otro en 250 casas de sectores rurales de la región y un tercero en 250 departamentos de edificios con un mínimo de 20 pisos.

Finalmente, el tercer eje del proyecto es una campaña de educación ambiental, difusión y capacitación en reciclaje. Su objetivo es aumentar el porcentaje de la población de la Región Metropolitana que efectivamente recicla.