El lunes 25 de julio, Uber dio marcha blanca para que el 50% de sus clientes pueda pagar con efectivo los viajes realizados a través de la aplicación. Finalizando la primera semana, conductores de Uber aseguraron que aumentó la inseguridad del sistema, y recopilarán datos en un informe para entregar a la empresa.

El líder de los conductores movilizados, Luis Spiess, reiteró que la empresa no los ha escuchado, y que con el dinero hay varios que habrían sido acusados de fraude.

Las autoridades han calificado el servicio como “ilegal”, pero día tras día se multiplican los viajes por Santiago, Valparaíso y Concepción.

Pese a esto, el ministro de Transportes, Andrés Gómez–Lobo, señaló que recién en las próximas semanas se decidirá qué ocurrirá con este tipo de aplicaciones, y si podrán seguir en el mercado.

El presidente de la Confederación Nacional de Taxis de Chile, Luis Reyes, sostuvo que si el Gobierno no toma la decisión de declarar ilegal defintivamente la aplicación, ellos se volverán a movilizar.

En tanto, los taxistas fijaron para el 15 de agosto se nueva manifestación, en caso de no tener una respuesta favorable por parte del Gobierno.